Ante la elección del alcalde de McAllen

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José Luis B Garza
José Luis B Garza

Por José Luis B Garza

Dentro de unos días la ciudad de McAllen decidirá mediante el voto quién será el siguiente alcalde. Si bien en un principio del proceso se dio por hecho que Jim Darling, actual “Mayor” de la ciudad  participaría en la contienda sin mayor problema para ganar la elección y, así, reelegirse por un segundo término, dos opositores surgieron en el camino.

Por una parte Othal Brand Jr, hijo de un ex alcalde y Jonathan Carranza.

Quien ha ido tomando impulso como contendiente de Darling es Brand. El peso del apellido de su padre, quien estuvo al frente de la ciudad durante 20 años, con una clara identificación republicana, le han permitido sumar un buen número de seguidores sin que ello, desde luego, implique que tiene una ventaja que lo convierta en seguro ganador. El día de la elección será en realidad clave para ello, una vez pasada la etapa del voto anticipado que concluye precisamente  este martes dos de mayo.

Jim Darling tiene ya una larga trayectoria dentro del servicio público local. Ha sido abogado de la ciudad y comisionado antes de ocupar la posición en la que pretende reelegirse. Conoce muy bien el funcionamiento interno de la administración de la ciudad.

Brand, por su parte, es un hombre de negocios que nació en McAllen y tiene una gran conexión con una serie de instituciones. Es, además de su actividad personal empresarial, presidente y gerente del Distrito Tres de la Comisión de Agua del Condado Hidalgo.

McAllen tiene una gran importancia y es un punto de referencia importante en el sur de Texas. Si bien su población es de alrededor de 130,000 habitantes, su comercio y organización lo han convertido en el centro de la actividad  empresarial y punto de destino de cientos de miles de consumidores mexicanos anualmente.

Tiene uno de los índices más elevados de población hispana en el país, superior al 90 por ciento, en su gran mayoría de origen mexicano.

Tras permanecer Othal Brand padre como alcalde durante 20 años, de 1977 a 1997, fue desafiado electoralmente por Leo Montalvo, un méxicoamericano nacido en Cadereyta, Nuevo León, que logró graduarse como maestro y abogado, con un gran liderazgo que lo llevó a enfrentar en las urnas a Othal Brand, y quien, en unos reñidos comicios, logró realizar la hazaña de convertirse en el primer alcalde hispano de McAllen. Duró en el encargo dos periodos de cuatro años y fue su sucesor Richard Cortez, actual comisionado, quien también permaneció durante dos términos, ocho años, al frente de la dinámica ciudad, para dar paso a la gestión de Darling, quien hoy pretende reelegirse.

Esta vez no hay un candidato hispano con posibilidades reales de ganar la elección.

Como siempre, como parte de una constante en las elecciones de McAllen, el abstencionismo puede jugar su papel, como en otras elecciones que se han visto muy desairadas, lo cual ha dado lugar en el pasado a que ganen  candidatos con un muy bajo porcentaje del número de votos de los electores registrados. Eso sin contar  los de ciudadanos estadounidenses que teniendo el derecho no se registran para participar en las elecciones.

Sin mencionar, desde luego, a los residentes permanentes que teniendo el derecho de hacerlo no se han convertido en ciudadanos estadounidenses.

El sábado seis de mayo será el día de la elección general. Se escribirá un capítulo más de la historia del Valle de Texas.

Por su relación con México el resultado tendrá repercusiones internacionales sin duda.