Una pequeña con gran corazón

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PIE Con tan sólo 13 años, Katie Blackwell marcó una gran diferencia en la vida de 50 indigentes.

Katie Blackwell organizó evento para ayudar a 50 indigentes

McAllen .- En este tiempo en el que hay que dar, más que recibir, una jovencita de escasos 13 años, predicó con el ejemplo al organizar un picnic para un grupo de 50 indigentes en el Parque de los Bomberos de la ciudad de McAllen.

Katie Blackwell, una estudiante de octavo grado en la Secundaria Homer J. Morris del Distrito Escolar de McAllen, fue quien organizó un picnic para ayudar a los más desamparados en esta época navideña.

“Organizamos un picnic para alimentar y ayudar a 50 indigentes”, explicó.

Con la ayuda de voluntarios de su escuela logró recaudar donaciones para que tomaran la ropa que les fuese necesaria.
Con la ayuda de voluntarios de su escuela logró recaudar donaciones para que tomaran la ropa que les fuese necesaria.

Al cuestionarla sobre cómo se sentía, con una gran sonrisa en su rostro dijo estar muy feliz.

“La verdad es que estoy muy contenta de que haya sido todo un éxito”, expresó entusiasmada la jovencita.

“Realmente estoy impresionada por el apoyo de nuestra comunidad”.

“Este fue un proyecto que realicé en conjunto con varias organizaciones, como “Emily’s Meals”, quienes proveen comidas a los desamparados. También la escuela de medicina de UTRGV, Tropical Texas Behavioral Center y Hope Family Clinic, nos ayudaron con servicios médicos”.

“McAllen Workforce Solutions, estuvo tratando de incorporar a algunas de estas personas a la fuerza laboral; además también conté con el apoyo de mis maestros, como Mrs. Camargo y Mr McClenny, quienes me ayudaron a organizar a un grupo de voluntarios de la Sociedad Nacional de Honor Junior, quienes a su vez, ayudaron a recolectar donaciones” expresó Blackwell.

Blackwell transportó a los indigentes desde diversos puntos de la ciudad en dos camionetas hasta el parque de los Bomberos.

Se les proporcionó una cena navideña completa.
Se les proporcionó una cena navideña completa.

Ahí además de recibir una comida caliente, se les regaló cortes de pelo, bolsas de cuidado, atención médica y se instaló un servicio de regaderas sin costo.

Las bolsas de cuidado, contenían alimentos no perecederos, calcetines, así como artículos de higiene personal como desodorantes, peines, cepillos, champú, jabón, y agua embotellada, entre otras cosas.

Del mismo modo se les otorgó ropa, zapatos, cobijas, bolsas de dormir, tiendas de campaña, y cualquier cosa que los pueda ayudar a resguardarse de las temperaturas invernales.

El buen corazón de Katie es algo que viene de familia, ya que desde muy pequeña su familia alimenta a los indigentes que se encuentran en las calles, al menos una vez cada dos semanas.

“Lo único que hacemos es manejar alrededor y proporcionarles un plato de comida; de hecho, así fue como logramos pasar la voz sobre este evento, hice uno flyers y los repartimos entre las personas sin hogar”, afirmó.

“Fue un esfuerzo en conjunto, que estoy más que segura que replicaré”, dijo Blackwell.

“Mis padres siempre me han enseñado a ayudar al prójimo, y siempre me han dicho que lo más valioso que se le puede dar a alguien es su aprecio; es por eso que el poder ayudarles con algo, brindarles una mano amiga, es maravilloso”.

“Te hace sentir bien contigo mismo”, aseveró la joven altruista.

Blackwell expresó que derivado del gran éxito de este evento, está pensando poder repetir este picnic con todos los servicios al menos cuatro veces por año.