Un nuevo informe de Refugees International y Human Rights First revela graves y sistemáticos abusos contra los derechos humanos por parte de la administración Trump contra solicitantes de asilo bajo custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos. Los agentes de la CBP sometieron sistemáticamente a familias y adultos solicitantes de asilo a condiciones crueles e inhumanas, expulsándolos, devolviéndolos y transfiriéndolos ilegalmente a terceros países sin siquiera realizar una evaluación de su miedo.
“Esta es una orden de Trump”: Abuso, expulsiones y devolución de personas que buscan asilo se basa en una investigación realizada entre marzo y mayo de 2025, que incluye entrevistas con personas que estuvieron bajo custodia de la CBP y fueron deportadas a sus países de origen, Panamá o Costa Rica, así como con observadores de derechos humanos y grupos de la sociedad civil en Costa Rica y proveedores de servicios legales en Estados Unidos.
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Hallazgos clave:
- Muchos solicitantes de asilo detenidos por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos en la frontera sur, con quienes hablaron nuestros investigadores, pasaron días o semanas sin poder hacer una llamada telefónica ni tener contacto con el exterior, ni siquiera con familiares ni abogados. Algunos solicitantes de asilo informaron que no pudieron hacer ni una sola llamada durante todo el tiempo que estuvieron bajo custodia de la CBP.
- Bajo custodia de la CBP, los oficiales de inmigración sometieron a los solicitantes de asilo a negligencia médica, maltrato físico y psicológico, y condiciones de vida insoportables que resultan especialmente traumáticas para los niños. Algunos niños fueron detenidos separados de uno o ambos padres durante días o semanas, padecían hambre y frío, carecían de juguetes o pasaron más de un mes sin ver el sol.
- El gobierno de Estados Unidos ha deportado y expulsado ilegalmente a los países de los que huyeron o a terceros países —sin la evaluación de miedo exigida por la ley— a familias y adultos que huyen de Afganistán, Armenia, Ghana, Irán, Rusia, Turquía, Uzbekistán y otros países, sometiendo a las personas a una posible persecución mediante devolución o devolución en cadena, y violando el derecho estadounidense e internacional sobre refugiados. Esto ha separado a familias indefinidamente, incluyendo a padres separados de sus hijos menores en Estados Unidos sin posibilidad de reunificación. La deportación y expulsión por parte del gobierno de casi 500 migrantes en febrero de 2025 a Costa Rica y Panamá condujo a nuevas violaciones de sus derechos.
- Si bien en algunos casos la administración proporciona evaluaciones muy limitadas a los solicitantes de asilo sobre su temor a la tortura, el gobierno rutinariamente ignora y expulsa sin ninguna evaluación a los solicitantes de asilo que se comunican directamente con los funcionarios de inmigración sobre su temor a regresar, e incluso cuando se proporcionan, estas evaluaciones de tortura son una farsa por diseño.