La inminente construcción de un muro en el Valle de Texas reunió a líderes para expresar su desacuerdo con la medida
Por Diana G. Partida y José Luis B. Garza
Mission.- Teniendo como escenarios dos lugares de gran importancia histórica, religiosa y de preservación del medio ambiente, se dieron grandes muestras de rechazo a la construcción del muro en el Valle de Texas por parte de líderes de organizaciones nacionales y locales protectoras del medio ambiente, de los derechos humanos, de la preservación de la vida silvestre y de la defensa de los migrantes.
CAPILLA LA LOMITA
El sábado, partiendo de la Iglesia de Guadalupe de la ciudad de Mission, en punto de las siete de la mañana, un contingente salió en procesión hasta llegar a “La Lomita”, una capilla enclavada en las márgenes del Río Grande, lugar donde se instaló una enorme casa de campaña para recibir a los manifestantes que marcharon cuatro millas bajo los inclementes rayos del sol.
Está programado que el muro fronterizo cruce y divida los terrenos donde está erigida la capilla, que data del año 1865, considerada un símbolo de la generosidad y fe de los residentes del área que hicieron posible su construcción.
El padre Roy Snipes, participante en la manifestación, explicó que originalmente esta capilla surgió como un signo de amistad entre Estados Unidos y México.
“La capilla es un símbolo del llamado de Dios para ser hospitalario y vecino”, expresó el sacerdote.
El objetivo principal de este “rally” fue hacer un llamado a la opinión pública internacional sobre los perjudiciales efectos que tendría la construcción del muro.
“Nosotros como comunidad en el Valle del Río Grande somos testigos de cómo se están aprobando leyes inhumanas que dañan a los más vulnerables para beneficiar a unos cuantos”, señaló Imam Noor Ahmad de la mezquita musulmana Masjid Umar Al-Farooq.
Durante un acto al que asistieron más de 800 personas hicieron uso de la palabra, además, la coordinadora de La Unión del Pueblo Entero, Martha Sánchez y el congresista Vicente González, quienes coincidieron en señalar que se destinarán enormes recursos a la construcción de la valla fronteriza que podrían ser utilizados para impulsar la educación y la salud.
El proyecto de conclusión de este muro fronterizo, según fue expresado, dividiría hogares, despojaría a los agricultores de parte de sus tierras, cerraría parques y afectaría los refugios de vida silvestre ecológicamente sensibles.
REFUGIO SANTA ANA
El domingo se llevó a cabo una caminata y excursión masiva por el Refugio Nacional de Vida Silvestre Santa Ana, ubicado en Alamo, a fin de protestar contra los daños que se causarían al refugio con el muro.
Conocido como la joya de la corona del sistema nacional, el exorbitante refugio de 2 mil 088 acres se estableció en 1943 y es uno de los destinos más populares de observación de aves en el país, atrayendo a unos 165 mil visitantes al año.
Este santuario de vida silvestre alberga a más de 500 especies de aves, algunas de las cuales son especies subtropicales que no se extienden más hacia el norte de los Estados Unidos.
Nicol Scott, vicepresidenta del Sierra Club, uno de los principales organizadores del recorrido, manifestó su desagrado por la construcción de un muro que dañará el ecosistema.
“Los narcotraficantes pueden brincar el muro, sólo usan escaleras, pero los ocelotes no tienen escaleras”, exclamó Scott.
Gracias a sus riquezas naturales, el sur de Texas goza de una sólida industria del ecoturismo que genera unos 350 millones de dólares anuales, lo cual también está en juego.
Otro de los lugares naturales que se verían afectados por dicha construcción sería el Centro de Mariposas, dedicado a la conservación y el estudio de las mariposas silvestres. De continuar con los planes actuales, la colocación de dicho muro cortaría dos tercios de la propiedad del Centro.
Los más de 600 participantes se enlazaron en un momento dado de las manos, en señal de protesta, sobre el borde de un canal de riego que atraviesa el refugio.