Un 21% del océano ya no recibe la misma luz solar, según un análisis global
El oscurecimiento oceánico avanza sobre más del 21% del océano global, reduciendo la penetración de luz solar y alterando la estabilidad de los ecosistemas marinos
NotiPress.- Una investigación liderada por la Universidad de Plymouth, Inglaterra, documentó un fenómeno silencioso que altera el equilibrio de los ecosistemas marinos. Entre 2003 y 2022, más del 21% del océano global registró una disminución significativa en la penetración de la luz solar, un proceso identificado como “oscurecimiento oceánico”. El análisis, publicado en la revista Global Change Biology, es la primera evaluación global sobre la zona fótica, capa responsable de sostener gran parte de la vida en el mar.
La zona fótica proporciona energía necesaria para la fotosíntesis marina y regula procesos planetarios esenciales como el ciclo del carbono. Según los datos obtenidos, una superficie equivalente a 75 millones de kilómetros cuadrados perdió capacidad de recibir luz, una modificación con posibles efectos en múltiples formas de vida acuática.
Más del 9% del océano mostró una reducción de penetración lumínica superior a 50 metros. Otro 2,6% presentó pérdidas mayores a 100 metros. Este tipo de alteración puede condicionar la ubicación de especies marinas, obligándolas a desplazarse hacia capas más superficiales. Así lo explicó el profesor Tim Smyth, jefe de Ciencias de Biogeoquímica Marina del Laboratorio Marino de Plymouth: “Si la zona fótica se reduce en unos 50 metros en grandes extensiones del océano, los animales que necesitan luz se verán obligados a acercarse a la superficie, donde tendrán que competir por el alimento y otros recursos”.
Diversas causas impulsan este oscurecimiento; en zonas costeras, las precipitaciones elevadas, la escorrentía agrícola y los sedimentos influyen de forma directa. Por otro lado, en mar abierto, se señalan modificaciones en las floraciones algales y el incremento térmico superficial entre los factores más influyentes.
Thomas Davies, autor principal del estudio y profesor asociado en conservación marina, señaló: “Nuestros resultados proporcionan evidencia de que dichos cambios causan un oscurecimiento generalizado que reduce la cantidad de océano disponible para los animales que dependen del Sol y la Luna para su supervivencia y reproducción”.
Zonas como la Corriente del Golfo, las regiones polares y mares semicerrados, entre ellos el mar Báltico, fueron las más afectadas. Estas áreas ya presentan signos de estrés ambiental, lo que aumenta la preocupación sobre su estabilidad ecológica.
Frente a un fenómeno que modifica sin ruido las condiciones vitales del mar, la ciencia plantea un llamado a no perder de vista lo imperceptible. El avance del oscurecimiento oceánico demanda atención, investigación y monitoreo continuo para comprender cómo impactará la vida marina y la salud del planeta.