Científicos de Standford relacionan las multitareas digitales con la capacidad de recordar y de atención. En estudio, miden tamaño de pupila como indicador
Estar conectados a una pantalla es fundamental durante estos tiempos. Por medio de una trabajamos, nos entretenemos y relacionamos, resultando en una actividad constante durante el día. Mientras alguien ve la pantalla del ordenador, es común que eche un vistazo las notificaciones del celular o realice otras actividades, lo que se conoce como “multitasking”. Un estudio realizado por el Laboratorio de la memoria de Stanford encontró una relación entre las capacidades de atención y memoria y los hábitos de consumo digital. Al respecto, un estudio publicado en la revista Nature encontró una presunta relación entre el llamado multitasking digital con padecimientos de la memoria como Alzheimer y problemas de aprendizaje.
Con el objetivo de monitorear la relación entre los lapsos de atención y la memoria, los científicos de Stanford realizaron un experimento en el que fueron medidos tanto el tamaño de la pupila como la actividad cerebral de una población de 80 personas entre 18 y 25 años. A los mismos se les pidió identificar diferencias entre objetos observados en diferentes momentos, entre otras pruebas de memoria.
Quien detalló en el estudio los descubrimientos del experimento, Kevin Madore, miembro del Laboratorio de la Memoria, observó que el encogimiento de la pupila está relacionado con problemas para recordar, así como una reacción más lenta a los estímulos y mayor distracción.
Los científicos compararon el desarrollo de la memoria entre personas con problemas en la capacidad de atención con quienes están expuestos constantemente en multitareas digitales. Encontraron un desempeño deficiente en ambos.
“No podemos determinar a una constante multitarea digital como causante de dificultad para prestar atención o recordar, aunque hemos ampliado nuestros conocimientos sobre la dirección de dichas interacciones”, aclararon Anthony Wagner, director del Laboratorio y Madore. Instaron asimismo a no confundir entre una relación y una causa.
Acorde a Wagner, la dirección del estudio estuvo enfocada en observar lo que pasa antes de aprender, o, en su caso, antes de comenzar a recordar. El experimento señala una fuerte dependencia de la memoria en una meta de aprendizaje determinada. “Esencialmente, nosotros necesitamos estar listos para recordar, estar comprometidos en poner atención y definir un objetivo a recordar en mente”, afirmó el científico.
Wagner a su vez señaló al respecto: “Mientras navegamos por la vida, tenemos periodos donde nos frustramos porque no podemos agregar conocimiento al cerebro o expresar lo que sabemos”. El también líder del estudio expresó la fortuna de poder explicar estas dificultades para la atención y la memoria a través de la ciencia.
El progreso de dicho estudio en cuanto a la medición de la atención y la importancia de esta capacidad para cimentar los recuerdos, si bien no resultan del todo concluyentes, prometen mejorar el entendimiento de las enfermedades que afectan la memoria. Por lo pronto, parece recomendable evitar hábitos que sobrecarguen esa capacidad de mantener la atención enfocada, tal como el multitasking y el uso extendido de varios gadgets al mismo tiempo.