La activista climática Greta Thunberg fue presuntamente sometida a malos tratos físicos y psicológicos mientras se encontraba bajo custodia israelí, tras participar en una flotilla humanitaria con destino a Gaza, según denunciaron múltiples activistas y organizaciones de derechos humanos que fueron detenidos junto a ella.
Los informes —difundidos por Al Jazeera, The Guardian y Reuters— describen condiciones severas de detención, humillaciones y abusos durante el encarcelamiento de Thunberg, luego de la interceptación de la Flotilla Global Sumud por parte de las fuerzas navales israelíes en aguas internacionales a principios de este mes.
Acusaciones de abuso
Testigos y otros detenidos alegan que Thunberg fue arrastrada por el cabello, golpeada y obligada a sostener o besar una bandera israelí mientras era objeto de burlas por parte de los guardias.
Otros afirman que fue confinada en celdas superpobladas e infestadas de chinches, se le negó comida y agua adecuadas, y no tuvo acceso a asistencia legal ni atención médica.
“Nos trataron como animales”, dijo uno de los activistas liberados durante el fin de semana. “Greta fue humillada, envuelta en una bandera israelí y exhibida como un trofeo”.
Según Al Jazeera, los detenidos también fueron sometidos a privación del sueño, insultos verbales y presión psicológica.
La activista turca Ayşe Gökçe declaró a medios locales que Thunberg “fue torturada severamente” y “mantenida en condiciones angustiosas” durante varias horas antes de ser separada del grupo.
Israel niega las acusaciones
Las autoridades israelíes han rechazado categóricamente las denuncias, calificándolas de “mentiras completas”.
Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel afirmó que todos los detenidos “recibieron comida, agua, acceso a baños y la oportunidad de contar con asesoría legal”, y añadió que Israel “respeta plenamente el derecho internacional y los derechos humanos”.
La marina israelí interceptó la Flotilla Global Sumud, compuesta por unos 450 activistas internacionales de 40 países, cuando intentaba romper el bloqueo de Gaza para entregar ayuda humanitaria. La flotilla incluía a parlamentarios, periodistas y defensores de la paz.
Deportaciones y detenciones en curso
El 6 de octubre, las autoridades israelíes deportaron a Thunberg y a unos 170 activistas a Grecia y Eslovaquia. Sin embargo, se informa que decenas de participantes siguen detenidos en el sur de Israel.
Organizaciones de derechos humanos exigen ahora transparencia total y acceso médico para todos los detenidos.
Reacción internacional
Diversas organizaciones de derechos humanos y varios legisladores europeos han pedido una investigación internacional independiente sobre las denuncias.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) aún no ha emitido una declaración formal, pero confirmó que está “supervisando de cerca la situación”.
“Si estos informes se verifican, representan graves violaciones del derecho internacional”, declaró un portavoz de Amnistía Internacional. “Nadie —ni siquiera una activista reconocida mundialmente— debe sufrir tortura, humillación o tratos degradantes bajo custodia estatal.”
Los representantes de Thunberg no han emitido una declaración detallada, pero confirmaron que ha regresado a Europa y se encuentra recuperándose de la experiencia.
Antecedentes
La Flotilla Global Sumud —llamada así por la palabra árabe que significa “perseverancia”— zarpó a fines de septiembre con el objetivo de entregar alimentos y ayuda médica a Gaza en medio del bloqueo israelí. La misión fue organizada por grupos internacionales de solidaridad e incluyó embarcaciones de varios países europeos.
Mientras Israel sostiene que el bloqueo es necesario por razones de seguridad, las organizaciones humanitarias argumentan que constituye un castigo colectivo contra la población civil de Gaza.
Llamado a la rendición de cuentas
Defensores de derechos humanos instan a la ONU y a la Unión Europea a exigir responsabilidad y garantizar la protección de los activistas involucrados en misiones humanitarias pacíficas.
“El trato recibido por Greta Thunberg y otros participantes de la flotilla no debe quedar sin examinar”, señaló un comunicado del Colectivo Global de Derechos Humanos. “Es esencial una investigación independiente y transparente —no solo por justicia, sino por la protección de todos los futuros defensores de los derechos humanos.”
Fuentes: Al Jazeera, The Guardian, Reuters, Associated Press, Taghrib News, Times of India.
