A finales de marzo de 2025, una controvertida operación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Texas tuvo como objetivo la fiesta de cumpleaños de un niño, lo que resultó en la detención de 47 personas —incluidos nueve menores— bajo acusaciones de afiliación con la banda venezolana Tren de Aragua. A pesar de la gravedad del operativo, no se presentaron cargos contra ninguno de los detenidos, y todos fueron liberados posteriormente.
El incidente tuvo lugar en Austin, Texas, donde agentes del ICE, utilizando granadas aturdidoras, irrumpieron en la reunión alegando que se trataba de una reunión clandestina de la organización criminal. Sin embargo, una investigación realizada por el Texas Tribune reveló que ninguno de los arrestados tenía antecedentes penales conocidos ni vínculos con el Tren de Aragua. La operación formaba parte de una ofensiva federal más amplia contra la banda, que había sido designada como organización terrorista por el gobierno de EE. UU. a principios de ese año.
La redada ha generado críticas generalizadas por parte de grupos defensores de las libertades civiles, quienes argumentan que el uso de granadas aturdidoras y la detención masiva de menores fueron excesivos e injustificados. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) ha presentado una demanda colectiva cuestionando la legalidad de este tipo de operaciones y el uso extendido de la Ley de Enemigos Extranjeros para detener a personas basándose en supuestas afiliaciones a pandillas.
El incidente en Texas resalta la creciente tensión entre las preocupaciones por la seguridad nacional y los derechos individuales, especialmente en lo que respecta al trato hacia las comunidades inmigrantes. Mientras continúan los desafíos legales contra las acciones del gobierno, el caso sigue siendo un punto central en el debate en curso sobre las prácticas de aplicación de las leyes migratorias.