Tucson (AZ), (EFE).- A punto de asistir al estreno en EE.UU. de su película “El Prototipo”, que comenzó hace 23 años sin recursos, sin hablar inglés y con unos actores que envejecieron en tiempo real, el inmigrante ítalo-argentino Marcelo Grion muestra a Efe su satisfacción, pero sentencia: “el cine es un pozo sin fondo”.
La película, que cuenta los viajes en el tiempo de un agente del gobierno que descubre una conspiración de extraterrestres para conquistar el planeta Tierra, debutará este viernes en salas de varias ciudades de Arizona, donde ahora reside Grion, y a partir del próximo 8 de marzo se podrá contemplar por la plataforma digital i-Tunes en Estados Unidos y Canadá.
Grion, quien desde muy pequeño se apasionó por el cine a pesar de la oposición de su padre y que se radicó en EE.UU. precisamente para tener más oportunidad de filmar, cuenta a Efe que comenzar de cero, sin dinero, sin contactos y en otro idioma fue “extremadamente difícil”.
Recuerda las múltiples veces que tocó las puertas de grandes productores en California con el proyecto debajo del brazo, haciendo cientos de llamadas, dejando mensajes, enviando currículos, pero le pedían la película terminada.
“Me decían que tenía que probar mi talento y lo primero que me pedían es que terminara la película”, dice en una entrevista.
Este graduado de la Universidad de Cine Manuel Antín de Buenos Aires recurrió entonces a trabajos como lavar platos y servir mesas en Los Ángeles, a donde llegó a los 23 años de edad, para poder financiar, filmar y finalmente llevar a la pantalla grande “El Prototipo”.
EL CINE ES UN POZO SIN FONDO
“No había dinero que me alcanzara, el cine es un pozo sin fondo”, subraya.
Es algo complicado si no se cuenta con “algún conocido” en Hollywood y millonarios inversionistas, dice Grion, que ahora celebra como si tocara el cielo con la manos, como lo hizo en 1997 en el estreno de su filme “El extraño” en la ciudad costera argentina Mar del Plata.
Grion, quien decidió irse de su país cansado de las negativas para hacer realidad su siguiente película, tuvo que empezar de cero varias veces “El Prototipo” debido a fallas en la grabación o la renuncia de actores.
Comenzó a filmar “El Prototipo” en un formato de 16 milímetros, que es más económico y terminó el trabajo, pero con los actores Mark Vasconcelos, Frank Espinelli y Juan Antonio “Tony” Devoto, los protagonistas, envejecidos.
“Los actores envejecieron de forma natural, creo que ahí no tuvimos que hacer efecto especial”, bromea.
“Busqué actores de renombre, pero no tenía dinero para pagarles, así que opté por actores poco conocidos pero muy buenos”, indica.
En la postproducción los retos también fueron inmensos ya que debido a que su película es del genero de ciencia ficción le pedían que tuviera por lo menos un centenar de efectos especiales, algo que aumentó aún más el costo.
Grion dice que su película le costó no solo 23 años de su vida, sino todos sus ahorros logrados con su arduo trabajo como inmigrante en EE.UU., una quiebra financiera y su matrimonio.
SIN AHORROS, SIN ESPOSA Y EN BANCARROTA
“No conozco la palabra renuncia, como todo inmigrante lo deje todo en mi país y no podía renunciar de ningún modo a mi sueño”, enfatizó Grion, quien presentará en los próximos meses su película en festivales de cine independiente.
En total la producción de “El Prototipo”, que fue filmada en California, Arizona y en provincias de Italia, tuvo un costo aproximado de un millón de dólares, los cuales fueron pagados por Grion, que trabaja en un restaurante en Phoenix (Arizona), y algunos inversionistas.
“Yo sé que tuve que invertir todo, si no lo hubiera hecho, claro que quizás me hubiera podido comprar mi propio restaurante, mi propia franquicia, veinte años después tendría quizás un patrimonio de cinco millones de dólares, pero decidí invertir en mí, decidí invertir en mi película”, explica.
El cineasta señala que el camino aún es difícil para directores latinos en Estados Unidos, especialmente en géneros como la ciencia ficción.
Sin embargo, el director, guionista y productor considera que en las últimas dos décadas han cambiando mucho las cosas, lo que permite más producciones independientes como la suya.
Destaca que el desarrollo de la tecnología ha permitido reducir los costos de producción y de los efectos especiales y que las plataformas de “streaming” como Netflix facilita que las producciones independientes tengan más posibilidades de llegar a un público mundial.
La publicidad a través de las redes sociales es más económica, dice Grion.
Recuerda que fue la muerte de su abuelo cuando aún era pequeño, que lo marcó porque se dio cuenta que algún día “también iba a morir”.
“Al ver a mi abuelo muerto en el ataúd me comencé a preguntar ¿cómo puedo perpetuar mi vida? y comencé a interesarme por la ciencia ficción”, relata.
El inmigrante espera que el estreno de su película en Arizona sea solo el comienzo y no descarta que pronto pueda verse en otras salas de cine del país.