La convergencia de influenza y COVID-19 tensan a la salud pública de México

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Mujeres usan tapabocas en Ciudad de México (México). EFE/ Sáshenka Gutiérrez/Archivo

México,(EFE).- La llegada de la influenza estacional en plena pandemia de la COVID-19, que suma casi 800.000 contagiados y cerca de 83.000 muertos, ha hecho converger a dos enfermedades que, por su gravedad y letalidad, han creado tensión en la salud pública de México.
“Si estas enfermedades se llegan a mezclar, habrá una presión hospitalaria extra”, explicó a Efe el doctor Alejandro Macías. Y advirtió que “ningún país está preparado para una sindemia”, en referencia a la suma de dos o más epidemias o brotes de enfermedades en una población.
A finales de septiembre, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, afirmó que en todos los países “existe la posibilidad de que durante la temporada fría del año, que es precisamente la de influenza, haya repunte de la epidemia” de la COVID-19.
Advirtió que habría un incremento gradual de casos y el punto máximo será entre diciembre y enero. Y después empezará la disminución, sostuvo.
Roxana Trejo, gerente de la Unidad de Epidemiología del Centro Médico ABC, explicó que la influenza y la COVID-19 son virus diferentes, pero que tienen un comportamiento muy similar, especialmente durante los primeros síntomas.
Sin embargo, recordó, el coronavirus es más letal y puede dejar daños no sólo en los pulmones sino también en corazón, riñones, cerebro, entre otros. Mientras que la influenza puede complicarse en más grupos de edad.
“Las poblaciones más vulnerables son los niños menores de cinco años, personas mayores de 60 años y mujeres embarazadas”, manifestó.
En la última temporada de influenza 2019-2020, que cerró el pasado abril, el número de casos reportados fue de 1.212 con 45 muertes asociadas con este padecimiento.
Sin embargo, debido a que la medición solo es en unidades centinela (de vigilancia epidemiológica), la cifra real de muertos por influenza cada año, de acuerdo con cifras oficiales, es en promedio entre 15.000 y 18.000 personas.
Según la experta, el 90 % de los decesos se deben a la falta de vacunación.
Mientras que la pandemia por coronavirus suma 799.188 casos y 82.726 fallecidos en los más de siete meses desde el primer caso en México.
Para la especialista “el principal reto será no confundir una enfermedad con la otra”, con varios síntomas similares.
Felipe Aguilar, gerente médico de Sanofi México, dijo que la única diferencia entre estas enfermedades es que para la influenza hay una vacuna y un tratamiento específico. “Así que la única manera de diferenciar a una de otra será saber si el paciente está o no vacunado”, apuntó.
DOS ESCENARIOS
Ante esa convergencia de enfermedades, para el infectólogo Juan Luis Mosqueda Gómez existen dos grandes escenarios que pueden ocurrir en México.
“Uno, el más optimista, es que pase lo que pasó en el invierno en el hemisferio sur durante esta pandemia. Los datos, por ejemplo, de Australia y Argentina, fueron que prácticamente no hubo casos de influenza en este último invierno”, remarcó.
El especialista expuso que eso quiere decir que todas las medidas que se tomaron como el uso del cubrebocas, distanciamiento social y estar el mayor tiempo posible en casa, “ayudaron no solo a prevenir la COVID-19, sino también a la influenza”.
Y eso podría pasar en México, aunque actualmente el país se encuentra en su fase de reactivación de actividades.
Pero el otro escenario es que haya influenza como en cada año y que las personas se contagien de alguna de las dos enfermedades, o incluso de ambas, dificultando el diagnóstico.
LA AMENAZA DEL INVIERNO
En México la llegada de la temporada invernal supone, cada año, un aumento en la ocupación de camas hospitalarias destinadas a cuidados intensivos para atender a pacientes graves, por lo que el esfuerzo este año será mayor previendo que los casos de COVID-19 solo han tenido un ligero decremento.
Según el informe oficial más reciente, la ocupación hospitalaria en México en camas generales es del 28 % a nivel nacional y para cuidados intensivos es del 23 % para casos de coronavirus, luego de una potente reconversión hospitalaria para atender la COVID-19.
“Quizá la influenza nos lleve a tener una ocupación mayor”, pronosticó Macías, que calificó esta situación de “inédita”.
Los especialistas coincidieron en que la vacuna será la única herramienta que evitará que haya un escenario catastrófico en medio de lo que se conoce como “sindemia”.
“Estar confinados disminuye notablemente la posibilidad de contagio, pero aún así el confinamiento no es una garantía. Lo ideal es vacunarnos y seguir las medidas de sanidad”, reafirmó el doctor Felipe Aguilar.
En tanto, el infectólogo Juan Luis Mosqueda Gómez, director general del Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío, recordó que la vacuna de la influenza “es menos efectiva” de lo deseado, con una eficacia de alrededor del 50 %.
A pesar de ese porcentaje, Mosqueda, también médico internista e investigador, destacó que disminuye en un 80 o 90 % la probabilidad de contagiarse de influenza grave.
En México, las autoridades de salud han garantizado 35 millones de dosis de vacunas contra la influenza, lo cual los especialistas consideran será suficiente para proteger a las poblaciones más vulnerables.