Washington, (EFE).- El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, llamó este miércoles al Congreso estadounidense a ponerse a trabajar para elevar el techo de deuda y declaró que cualquier desviación del camino sería “muy riesgosa”.
“Sólo hay un camino a seguir y es que el Congreso eleve el techo de la deuda para que el Gobierno de los Estados Unidos pueda pagar todas sus obligaciones”, apuntó en una conferencia de prensa, tras el anuncio de una nueva subida de tipos.
Cualquier “desviación de ese camino” sería muy “riesgosa” y “nadie debería asumir que la Fed puede proteger la economía”, apuntó Powell, quien ocupa el cargo desde que fuera nominado en 2017 por el ex presidente republicano Donald Trump.
Los republicanos de la Cámara de Representantes, que cuentan con una estrecha mayoría de los escaños, han dicho que pondrán varios recortes como condición para aprobar el aumento del límite de la deuda.
El presidente de EE.UU., el demócrata Joe Biden, recibe de hecho este miércoles en la Casa Blanca al líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, para solicitarle que su partido aumente el techo de deuda y negociar posibles recortes del gasto.
El pasado 19 de enero la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, anunció que el país alcanzó su actual techo de deuda de 31,4 billones de dólares y que se ponían en práctica una serie de medidas extraordinarias para que el Gobierno no se vea inmediatamente ante el precipicio del impago.
Powell no quiso responder si la Fed está haciendo alguna planificación por si el Congreso no consigue un acuerdo y se mostró convencido de que lograrán ponerse de acuerdo.
“Creo que el Congreso terminará actuando y, como lo hará, al final deberá elevar el techo de la deuda en un forma que no arriesgue el progreso que estamos haciendo contra la inflación, la economía y el sector financiero”, dijo.
El techo de deuda es la cantidad total de dinero que el Gobierno está autorizado a pedir prestado para cumplir con sus obligaciones legales existentes y poder pagar los beneficios del Seguro Social y Medicare, los salarios militares, los intereses sobre la deuda nacional, las devoluciones de impuestos y otros pagos.
Cada cierto tiempo, EE.UU. se asoma al impago de la deuda nacional porque, a diferencia de otros países, el Ejecutivo estadounidense solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente.
Si el Congreso, cuyo control está dividido entre conservadores -Cámara de Representantes- y demócratas -Senado- no acuerda levantar o suspender el techo, el país se verá forzado a dejar de pagar sus deudas, lo que podría provocar una crisis financiera global.