La mayoría de las vitaminas y suplementos alimentarios ni mejoran ni empeoran la salud cardiovascular

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Credit: Johns Hopkins Medicine

Afirman los investigadores de Johns Hopkins que, tras el análisis exhaustivo de 277 ensayos clínicos, en los que emplearon 24 intervenciones distintas, las dietas y los suplementos alimentarios a base de vitaminas, minerales y otras sustancias nutritivas no prolongan la vida ni protegen contra las cardiopatías.

Sin bien descubrieron que la mayoría de los suplementos y las dietas no suponen ningún perjuicio para la salud, de los hallazgos dedujeron que, para algunas personas, la dieta hiposódica, los suplementos de ácidos grasos n-3 y los de ácido fólico conllevan ciertos beneficios. Dicho lo anterior, parece que existe una relación entre los suplementos que combinan el calcio y la vitamina D y el riesgo de sufrir una apoplejía.

Los resultados del análisis se publicaron en el volumen de julio de la revista científica, Annals of Internal Medicine.

Las encuestas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) revelan que el 52 por ciento de los estadounidenses toman por lo menos un preparado vitamínico u otro suplemento nutricional al día. No obstante, los resultados de investigaciones recientes, entre ellas la que aquí se describe, revelan que la mayoría de los preparados vitamínicos o suplementos nutricionales no mejoran la salud.

“Los suplementos alimentarios no son ninguna panacea, por más de que las personas insistan en ello”, afirma la Dra. Erin D. Michos, directora adjunta del Centro Ciccarone para la Prevención de Cardiopatías y profesora titular de medicina en la Universidad Johns Hopkins. “Las personas deben centrarse en obtener los nutrientes de alimentos que sean cardiosaludables, ya que los hallazgos revelan que la mayoría de los adultos saludables no necesitan ingerir suplementos”.

Los investigadores estudiaron los datos de 277 ensayos clínicos, a fin de evaluar la relación entre 16 preparados vitamínicos y otros suplementos, y ocho dietas distintas, y la tasa de mortalidad o las cardiopatías, entre ellas, la arteriopatía coronaria, la apoplejía y el infarto de miocardio. En total, se estudiaron los datos de 992 129 participantes de todo el mundo.

Se analizaron las siguientes vitaminas: antioxidantes, betacaroteno, complejo B, preparados multivitamínicos, selenio, vitamina A, ácido nicotínico (nicotinamida), vitamina B6, vitamina C, vitamina E, vitamina D, calcio, preparado de vitamina D con calcio, ácido fólico, hierro y ácidos grasos n-3 (aceite de pescado). Las dietas estudiadas fueron la dieta mediterránea; una dieta baja en grasas saturadas (consumo reducido de grasas provenientes de carnes y lácteos); una dieta basada en el consumo moderado de grasas (menos grasas saturadas o más grasas insaturadas o carbohidratos); una dieta baja grasa; una dieta hiposódica en individuos sanos y en individuos hipertensos; una dieta rica en ácido a-linolénico (nueces, semillas y aceites vegetales), y una dieta rica en ácidos grasos n-6 (nueces, semillas y aceites vegetales).  Las intervenciones se clasificaron según la implicación de los hallazgos para la salud; a saber, en riego o beneficio alto, moderado, bajo o muy bajo.

Los investigadores observaron que la mayoría de los suplementos nutricionales, entre ellos los preparados multivitamínicos, el selenio, la vitamina A, la vitamina B6, la vitamina C, la vitamina E, el calcio y el hierro, no aumentan o reducen el riesgo de muerte ni mejoran o empeoran la salud cardiovascular.

De los tres estudios en los que participaron 3 518 personas con valores normales de presión arterial, a quienes indicaron una dieta hiposódica, fallecieron 79 participantes. Ya que el riesgo de muerte en este subgrupo se redujo en un 10 por ciento, los investigadores estimaron que el beneficio era moderado.

De los cinco estudios en los que participaron 3 680 hipertensos, a quienes indicaron una dieta hiposódica, los investigadores descubrieron que el riesgo de muerte por cardiopatía se redujo en un 33 por ciento; durante el transcurso de los estudios murieron 674 participantes por causa de alguna cardiopatía. Dados los hallazgos, los investigadores estimaron que el beneficio era moderado.

A fin de valorar el efecto de los ácidos grasos n-3, se analizaron los datos de 45 estudios, en los que participaron 134 034 personas que tomaban este complemento. En este subgrupo, 10 707 participantes sufrieron alguna complicación cardiovascular, fuera ésta un infarto de miocardio o una apoplejía. Los datos de estos estudios revelaron que complementar la alimentación con ácidos grasos n-3 puede reducir el riesgo de sufrir un infarto en un ocho por ciento, y de padecer cardiopatía coronaria, en un siente por ciento. Por los porcentajes obtenidos, el beneficio para la salud se estimó bajo.

Con base en el análisis de 25 estudios en los que participaron 25 580 personas sanas, se observó que el consumo de ácido fólico puede reducir el riesgo de apoplejía en un 20 por ciento; en este subgrupo, alrededor de 877 participantes sufrieron este accidente cerebrovascular en el transcurso de los estudios. Los investigadores estimaron bajo el beneficio.

Varios estudios relevaron que, en China, complementar la alimentación con ácido fólico reduce en gran medida el riesgo de sufrir una apoplejía. Los investigadores concluyen que esto se debe a que en China no enriquecen los cereales integrales y los cereales para el desayuno con ácido fólico, como lo hacen en Estados Unidos; no obstante, este efecto protector no se observa en las regiones del país asiático en las que se consumen alimentos ricos en ácido fólico.

En cuanto al análisis de los preparados de calcio y vitamina D, se analizaron los datos de 20 estudios en los que participaron 42 072 personas. De todos los participantes, 3 690 sufrieron una apoplejía en el transcurso de los estudios; este dato revela que el riesgo de apoplejía aumenta en un 17 por ciento cuando estas sustancias se ingieren juntas. En este caso, el riesgo para la salud se estimó moderado. Los investigadores indicaron que, a tenor de los hallazgos, ingerir calcio y vitamina D por separado no aporta beneficios ni implica peligros para la salud.