Las “alocadas” cifras del ‘March Madness’

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EFE/EPA/ROBERT GHEMENT /Archivo

Los Ángeles (EE.UU.), (EFE).- 10.800 millones de dólares (9.770 millones de euros). Es lo que pagó la cadena estadounidense CBS para asegurarse la gran final del baloncesto universitario hasta 2024 y añadió otros 8.800 millones (8.000 millones de euros) para extenderlo hasta 2023. Se denomina ‘March Madness’ (la locura de marzo) y es una tradición que mueve 3.100 millones (2.800 millones de euros) en apuestas cada año. Incluso la NBA se detiene para la final masculina.
En un país volcado absolutamente con el deporte y el espectáculo como Estados Unidos, pocos acontecimientos despiertan tanta pasión como el ‘March Madness’ de la NCAA, el enfrentamiento a cara o cruz entre los mejores equipos de baloncesto universitario y que arrastra además una gran cantidad de negocio detrás.
Después de tres semanas de sorpresas y emociones en la cancha, la Final a Cuatro del apartado masculino la jugarán en Nueva Orleans los equipos de Duke, North Carolina, Villanova y Kansas, mientras que en la competición femenina se citarán en Mineápolis los conjuntos de South Carolina, Louisville, Stanford y UConn.
Particularmente mediático es el partido por el título masculino, que monopolizará la atención del baloncesto estadounidense el próximo lunes 4 de abril.
Tanto es así que la NBA, una maquinaria imparable de partidos en la temporada regular de octubre a abril, se tomará uno de sus contadísimos días de descanso el lunes para no verse eclipsada por la final de la NCAA.
Los derechos televisivos son un ejemplo de la gran repercusión del ‘March Madness’. CBS/Turner llegó a un acuerdo en 2010 con la NCAA para emitir este marzo alocado masculino hasta 2024 por 10.800 millones de dólares en total, aunque posteriormente extendieron ese contrato hasta 2032 por 8.800 millones más.
Con esas cifras en mente, quizá no sorprendan tanto los 3.100 millones de dólares que, según una encuesta de la Asociación de Apuestas Estadounidense (AGA), planean jugarse los estadounidenses durante el torneo masculino.
Ahí se incluye una tradición muy popular en torno al ‘March Madness’: las apuestas por adivinar los ganadores de todos los cruces para clavar la “bracket” (la relación de emparejamientos o cuadro de partidos).

LOS NÚMEROS PARA NUEVA ORLEANS
La ‘Final Four’ también supone un gran estímulo económico para la ciudad encargada de organizarla.
“Nueva Orleans está emocionada y preparada para albergar la Final Four masculina de la NCAA por sexta vez en la historia”, declaró esta semana la alcaldesa de la ciudad, LaToya Cantrell.
El portal nola.com, referencia de la prensa Nueva Orleans, aseguró que se esperan hasta 100.000 visitantes en la cuna del jazz para la Final a Cuatro.
Por su parte, la revista Forbes, citando autoridades locales, estimaba en 170 millones de dólares el impacto económico en la ciudad que acoge esta fase final.
El Caesars Superdome, el estadio en el que juegan los New Orleans Saints de la NFL, será el recinto en el que se disputen estos partidos ante más de 70.000 espectadores.
¿Y cuánto cuestan las entradas para vivirlo en directo?
Según StubHub, el portal de reventa de tickets más importante del país, el miércoles todavía quedaban abonos para el fin de semana completo por 548 dólares (395 de la entrada y 153 más de gastos de gestión).
La expectación para esta ‘Final Four’ quizá sea mayor por algunos partidos con mucho morbo (la rivalidad histórica entre Duke y North Carolina) y también porque el año 2020 se canceló el ‘March Madness’ por la pandemia y en 2021 se celebró con asistencia limitada por el coronavirus.
Este año, en cambio, algunos están dispuestos a hacer cualquier cosa por asistir a los partidos.
Ahí está el caso de Eric Church, enorme estrella del country y que esta semana canceló su concierto del sábado en San Antonio (EE.UU.) solo para presenciar en persona al encuentro entre Duke y North Carolina, algo que no ha gustado nada a sus fans.
La Final Four masculina de Nueva Orleans es la culminación de una gran logística de la NCAA que ha involucrado en las pasadas semanas a 68 equipos en 14 ciudades diferentes.
Pero todo este mayúsculo negocio para la NCAA sigue -de forma muy polémica- dejando de lado a los jugadores, que continúan sin poder recibir sueldos y que solo tras una reforma aprobada el año pasado pueden recibir ahora compensación por la venta de su imagen o a través de patrocinadores.
David Villafranca

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