Durante demasiado tiempo, las Big Pharma han subido los precios de los medicamentos todo lo que han querido, cuando han querido, y los americanos ya están hartos de las tácticas de las farmacéuticas que dan prioridad a los beneficios. De hecho, ocho de cada diez americanos de todos los partidos – incluido el 89% de los republicanos – afirman que el afán de lucro de las Big Pharma es una de las causas «principales» de la subida vertiginosa de los precios de los medicamentos con receta. Por eso no es de extrañar que cada vez haya más voces en todo el país que exigen un cambio.
Karen Roesler, residente en Wisconsin, se hizo eco recientemente de estos llamamientos a la reforma en un artículo de opinión para el Republican Eagle. Veamos lo que tiene que decir:
- «[Las Big Pharma] alejan a los consumidores de alternativas más baratas socavando la competencia». Roesler ha dado en el clavo. Durante años, las Big Pharma han desplegado un manual de prácticas anticompetitivas para acumular poder monopolístico y mantener altos los precios de los medicamentos para los pacientes americanos. Mediante tácticas como los acuerdos de pago por demora, la perennidad de las patentes y la manipulación de las peticiones de los ciudadanos, las Big Pharma han ahogado la competencia y socavado la entrada en el mercado de alternativas y genéricos más baratos, privando a los americanos de más medicamentos de bajo coste entre los que elegir.
- «[Las Big Pharma] gastan una cantidad aberrante de dinero en publicidad dirigida a los consumidores para conseguir que tomemos medicamentos de alto precio que puede que ni siquiera necesitemos». Las Big Pharma suelen alegar que los altos precios de los medicamentos son necesarios para mantener la innovación. Pero, como señala Roesler, se trata de una excusa poco convincente. Se sabe que las Big Pharma gastan decenas de miles de millones de dólares más en gastos de marketing, como la publicidad directa al consumidor (DTC, por sus siglas en inglés), que en investigación y desarrollo, y que a menudo utilizan los anuncios DTC para vender medicamentos de menor valor y mayor coste frente a alternativas más baratas.
- «Los republicanos de Wisconsin en el Congreso deben rechazar la agenda de las Big Pharma y apoyar la visión del presidente Trump de un mercado que funcione para las empresas, las familias y los pacientes. Necesitamos políticas que promuevan la competencia, tomen medidas enérgicas contra el abuso de patentes y pongan fin a la publicidad manipuladora de medicamentos que eleva los costos de los fármacos». Con este artículo, Roesler deja una cosa muy clara: las Big Pharma no están actuando en interés de los pacientes americanos y sus familias. Como señala, la visión America First del presidente Trump requerirá abordar las tácticas anticompetitivas de las Big Pharma, que durante demasiado tiempo han puesto a America en último lugar en lo que respecta al acceso asequible a medicamentos recetados vitales.
En un momento en que el aumento de los costos en todos los ámbitos está presionando a las familias americanas, los costos artificialmente altos de los medicamentos no se van a permitir. Cada vez son más los americanos que se manifiestan, y ya es hora de que el Congreso escuche: ha llegado la hora de las reformas con sentido común.