Los autos voladores están dejando de ser una ficción para convertirse en una realidad 

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por Enrique Kogan

Según un informe de Michael Sivak, Director del Instituto de Investigación del Transporte de la Universidad de Michigan, hasta hace poco, los autos voladores han existido principalmente en el reino de la ciencia ficción, aunque las patentes para estos vehículos se extienden a los primeros años de la aviación.

Los autos voladores han sido parte de nuestros sueños de ciencia ficción desde que Henry Ford lanzó un avión personal temprano en 1926. La división de aviones de Ford en realidad trató de construir un “Modelo T del aire”.

El ConvAirCar de Henry Dreyfuss, un automóvil de fibra de vidrio con un módulo de ala y hélice unido al techo, se estrelló durante un vuelo de prueba. El accidente fatal también mató las perspectivas del automóvil para su producción.

Leland Bryan de Buick voló su auto volador, que era accionado por una hélice trasera mientras que él los conducía. Bryan muere en 1974 cuando él se estrella en una versión de su auto volador en un espectáculo aéreo.

En 1973, Henry Smolinski acopló un Ford Pinto a un Cessna Skymaster y muere en un accidente de vuelo de prueba junto con el piloto Harold Blake. Hubiera acoplado un Corvette, ¿por qué hacer de un Pinto un auto volador?

El inventor Paul Moller, pudo realizar un vuelo con el M400X Skycar en los años 70. Sólo quedó ahí, en un vuelo.

Estos viejos prototipos fueron desechados al basurero y cocheras de colectores, pero ningún producto viable de mercado de masas ha surgido para surcar los aires.

Sin embargo, recientemente ha habido un aumento rápido en el interés en los automóviles voladores, de compañías que van desde grandes fabricantes internacionales a una variedad de nuevas empresas.

Estas empresas incluyen Skycar, un prototipo de auto volador, y el Ehang 184, un quadcopter eléctrico autónomo introducido en el 2016, en el Consumer Electronics Show, en Las Vegas.

En 2013, una empresa llamada Terrafugia anunció planes para un automóvil volador, y espera tener un prototipo listo para las pruebas para 2018.

Pero la verdad es que un modelo comercial tomará por lo menos otros cinco años, y cuando lleguen, estos autos voladores costarán probablemente por lo menos varios cientos de miles de dólares.

Pueden reemplazar el Lamborghini o el Bentley como el vehículo de status de los súper ricos. Pero para la mayoría de nosotros seguirán siendo un sueño, aunque ya no sea una ciencia ficción.

Los jeques de Dubai pueden ser los primeros que adopten autos volares, ya que dentro de poco estará llegando el vehículo aéreo autónomo (RTA), como lo llama la autoridad de carreteras y transportes de Dubai.

Pero también en Tel Aviv, Israel, ya se está probando esta nueva forma de transporte, por medio de la cual la gente puede montar en vehículos de dos personas, que viajarán a altas velocidades en el aire.

Pero en Estados Unidos es diferente. Además de los principales problemas tecnológicos, de control de tráfico y de licencias que aún deben abordarse, se desconoce lo que los consumidores piensan del concepto de automóviles voladores y qué parámetros deseables son para un enfoque tan nuevo de la movilidad.

El estudio de la Universidad de Michigan, fue diseñado para encuestar a los estadounidenses con respecto a sus opiniones sobre los autos voladores.

Entre las cuestiones examinadas figuran los beneficios probables, las principales preocupaciones, la fuente preferida de energía, el alcance mínimo deseable, la cantidad de entrenamiento de vuelo requerido, los requisitos de despegue y aterrizaje, la capacidad de asientos, la accesibilidad y el interés general en operar o utilizar dichos vehículos.

Los datos consisten en respuestas de 508 adultos en los Estados Unidos a una encuesta en línea. El informe presenta resúmenes detallados por género y edad que se pueden utilizar para informar las decisiones de los diseñadores y reguladores de la generación inicial de autos voladores.

El informe tiene pocos detalles, pero la conclusión general es que a pesar de que la mayoría de los estadounidenses están muy preocupados por ver sobre sus cabezas autos voladores, a la mayoría le gustaría usarlos. ¿Y a quién no ?