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Friday, June 6, 2025
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Mes de la Herencia Inmigrante: urgente llamado a la acción

Maribel Hastings/Asesora de America’s Voice

Junio es el Mes de la Herencia Inmigrante y este año se conmemora en medio de uno de los ataques más virulentos contra los inmigrantes que enriquecen al país con su trabajo, su pago de impuestos, su mano de obra en industrias vitales de nuestra economía, su cultura, su ingenio y su emprendimiento.

Pero la cruzada antiinmigrante de Donald Trump desecha todos esos aportes y tilda a todos los inmigrantes, con o sin documentos, de “criminales” que hay que remover del país.

Una y otra vez se confirma que la red de Trump va más allá de inmigrantes con historial delictivo. Este pasado fin de semana uno de los detenidos fue un estudiante de 18 años de edad de la secundaria Milford en Massachusetts, Marcelo Gomes-Da Silva, mientras se dirigía a una práctica de voleibol. Aparentemente, los agentes detuvieron el auto conducido por el joven porque su objetivo original era el padre de Marcelo, quien no viajaba con él.

Su detención ha desatado críticas y protestas de la comunidad y es una de las más claras evidencias de que el norte de la política migratoria de Trump es la crueldad y no hay distinción entre un criminal y un estudiante de secundaria sin récord delictivo que pasa a ser prioridad de deportación. Un joven que llegó a Estados Unidos desde Brasil siendo un niño, que es atleta, estudiante de honor en su secundaria donde también es integrante de la banda musical.

Ximena Arias-Cristóbal, una Dreamer de 19 años de edad, fue detenida por ICE en Georgia, una experiencia, dijo, que la marcó para siempre. En una conferencia de prensa virtual organizada por America’s Voice, la joven señaló que “esto no es solo un problema de inmigración, es un problema de derechos humanos”. “Se está despojando a las personas de su dignidad y sus libertades básicas, y es algo que no podemos ignorar”.

Casos similares se repiten a través del país, de inmigrantes detenidos y deportados que no representan un peligro para la sociedad. Como el caso de una mesera de Kennett, Missouri, una localidad que apoyó a Trump y que ahora cuestiona por qué Carol, oriunda de Hong Kong y quien lleva 20 años viviendo y trabajando en esta comunidad y tiene dos hijos y una hija ciudadanos, fue detenida y podría ser deportada.

La comunidad se ha volcado a defender a Carol firmando peticiones para evitar su deportación y recaudando fondos para la familia. Carol le dijo al periodista Greg Sargent en su podcast The Daily Blast que “me sorprendió mucho. No sabía que tanta gente me quería”.

En San Diego agentes migratorios descendieron sobre un restaurante para detener empleados cual si se tratara de un operativo militar. La comunidad intervino y los agentes respondieron lanzando bombas de humo.

Los agentes se personan además en las cortes de inmigración para detener inmigrantes que acuden a sus citas rutinarias, en gran medida personas sin historial delictivo que no representan una amenaza a la seguridad nacional. Son objetivos fáciles en momentos en que Trump quiere aumentar la cifra de detenidos y deportados.

Aunque muchas comunidades han alzado sus voces y la rama judicial ha frenado muchas acciones del presidente, estamos lidiando con una rama ejecutiva que desafía abiertamente los fallos judiciales, tiene un aliado en la rama legislativa, y está empleando tácticas propias de una autocracia.

La avalancha de acciones de esta administración en inmigración y en otros rubros pretenden abrumar y aturdir al público, a activistas y a los sectores que buscan frenar muchas de estas iniciativas anticonstitucionales y dañinas que no respetan el debido proceso de ley ni el estado de derecho.

Para colmo, la medida fiscal que aprobó la Cámara Baja y que ahora pasa al Senado, aumenta dramáticamente el presupuesto de las agencias migratorias para agigantar la maquinaria de deportaciones y seguir sembrando terror en la comunidad.

Eso sin contar con las draconianas medidas que recortan drásticamente fondos del Medicaid, el seguro médico de los pobres, y las estampillas de alimentos, entre otros programas, para financiar un jugoso recorte de impuestos para multimillonarios.

El peligro inherente es que todo esto se normalice del mismo modo que se han normalizado las falsedades y las mentiras que emanan de Trump y de sus súbditos.

Este Mes de la Herencia Inmigrante es urgente un llamado a la acción.

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