México necesita Reyes

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Por David Vallejo

Consejo: No hay secretos para el éxito. Este se alcanza preparándose, trabajando arduamente y aprendiendo del fracaso. Colin Powell.
Teniendo el capital humano, los recursos naturales y la ubicación estratégica con la que contamos, ¿Por qué no somos la potencia que deberíamos ser? Unos dirán que porque siempre hemos sido el proyecto de una minoría; otros, que por el asedio de nuestra herencia colonial; y unos más, por los vicios que han dejado los regímenes autoritarios. En decir, por aquellos eventos traumáticos tan comunes en la nación que se guardan en el inconsciente y en lo más profundo del ámbito cultural, cuya repetición propicia que queden asegurados acríticamente entre nosotros sin permitirnos crecer.
Quizás ¿el modelo económico?, ¿la impunidad y la corrupción?, ¿la pobreza y desigualdad?, ¿ la inseguridad y la violencia?, ¿ la insuficiente inversión en ciencia y tecnología?, ¿la falta de incentivos a emprendedores? o ¿la amenaza externa y la pérdida de soberanía? Probablemente por todos estos motivos. Resolverlos requiere de la decisión de algunos, de las voluntades de muchos, del tiempo de todos, de capacidad, de conocimiento, de algún estadista responsable y carismático, de una revolución o de una sociedad exigente y participativa, en fin, de aspectos en los que podemos contribuir pero que están más allá de nuestro alcance.
Podemos empezar por ser ciudadanos honestos, personas de bien y profesionistas de éxito. Requerimos de valores, motivaciones, de ser perseverantes y tener una actitud positiva ante la adversidad. Mark Zuckerberg en su discurso de graduación de Harvard, señalaba “El gran reto de nuestra generación es crear un mundo en el que todos tengan una motivación”. Incluso contó una de sus historias favoritas al respecto, señalando que en una ocasión John F. Kennedy visitó la NASA, vio a un conserje con una escoba y le preguntó qué hacía, a lo que éste respondió “Ayudar a que el hombre llegue a la luna, señor presidente”.
Tener una actitud positiva implica tener un plan, buscar siempre un medio y no una escusa y saber que el fracaso, representa la oportunidad de comenzar otra vez, con mayor sabiduría como diría Henry Ford.
Estar motivados y ser perseverantes requiere de inspiración. Que mejor manera de encontrarla que en historias de éxito como el caso de Israel Reyes Gómez. La semana pasada tuve la fortuna de conocer al admirable matemático y empresario de éxito que comenzó su andar en Chiconautla, Estado de México. De origen humilde, el cáncer de su madre y su situación familiar propiciaron que lo enviaran a vivir con su tía, María Antonieta, una monja del convento de Actopan, Hidalgo. Ahí encontró como desahogo a la depresión de saberse lejos de su familia, la lectura y el dibujo que lo hacían soñar. Su carácter, en ese entonces, introvertido, lo llevaban a refugiarse durante horas en aquello que pudiera aprender.
Luego, su tía María Antonieta quiso que fuera el primer Gómez de la Familia en tener educación media y que fuera soldado, por lo que lo llevo a la Fuerza Área Mexicana a estudiar secundaria donde soñó ser piloto. Para lograrlo, le comentaron que necesitaba ser físico matemático para ingresar al Colegio del Aire y que el Instituto Politécnico Nacional (IPN) representaba la mejor opción. Ingresó a la vocacional cuatro del IPN y día tras día tenía que cruzar la ciudad, vivía donde se pudiera en esos tiempos de esfuerzo, hambre y desvelo. En esa época, el profesor Piñeiro distinguió su talento en las matemáticas y le convenció de aplicar para una beca en Estados Unidos. Su universo cambiaría de Indios Verdes, Constituyentes y Balderas a uno más amplio en el que ni siquiera el desconocimiento del idioma inglés le representaría un impedimento. Aplicó en la embajada de Estados Unidos y recibió su admisión por parte de la Universidad del Estado de Luisiana. Ésta le pedía cinco mil dólares para poder ingresar a una estancia de seis meses en la que aprendería ingles para poder iniciar sus estudios universitarios.
Israel con la ayuda de su tía consiguió solamente trescientos dólares que le sirvieron para viajar a ciudad Juárez y de ahí, cruzar de mojado a Estados Unidos a los 17 años. Como no tenía donde vivir, optó por trasladarse a Colorado ya que tenía conocimiento que ahí vivían algunos familiares con los que se podría quedar. Del paso a Phoenix, de ahí a las cruces y treinta días después a Denver.
Su inocencia en ese tiempo, no le permitían ver restricciones y se presentó en la oficina de admisiones de la universidad donde creyó que con la carta de admisión a la Universidad de Louisiana sería aceptado en la de Colorado. El profesor que en ese entonces lo entrevistó, le comentó que no podría ser admitido, que era imposible. A pesar de que Israel le contó su travesía, no logró su ingreso a la universidad. Sin embargo, la fe en sí mismo lo llevó a decidir en ese momento que entraría de oyente en las clases, ya que la universidad no podía revisar de uno en uno a quien entraba. Aprendería ingles y trabajaría de barrendero y lavando trastes para comprar ropa y libros que le permitieran pasar como un alumno más en la casa de estudios. Cumplía con las mismas responsabilidades que cualquier estudiante y cuando algún profesor le cuestionaba que no estaba en la lista de asistencia, aducía problemas en el departamento de admisiones.
Seis meses después el profesor quien era director de admisiones y que le había negado el ingreso, se lo encontró en la cafetería de la universidad, le preguntó que hacía ahí si no había sido admitido y antes de obtener una respuesta, lo invitó a su oficina. Ahí Israel habló de su deseo de superarse, de ser alguien de bien, de su talento y de la decisión que había tomado, ante lo que el profesor le pidió el nombre de sus maestros. Luego de conversar con ellos, decidió darle una oportunidad a Israel quien estudio matemáticas y ciencias computacionales, hizo una maestría, empezó a trabajar y creo su primer software de análisis estadístico y probabilidad de riesgo para American Express.
Gracias a ese software se le abrieron las puertas en China y en Europa, trabajo en proyectos para IBM sobre criptografía, vivió dos años en Rusia y aprendió su idioma y costumbres. Realizó también estudios en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y en Stanford.
Su primer oferta de trabajo después de la universidad fue en Nueva Zelanda para hacer estadísticas para el departamento de pesca, sin embargo la propuesta económica era menor a otra, por lo que decidió no aceptar. Luego de Rusia optó por tomar un año sabático y por algún motivo, Nueva Zelanda le vino a la mente. Ahí sus ganas de emprender, desvanecieron la posibilidad de cualquier descanso y en 2012 creó la empresa Solity que se dedica a crear software´s para el manejo de crisis y respuestas a incidentes en el área de seguridad nacional, protección civil y seguridad cibernética. Actualmente Solity es multinacional y tiene presencia en Estados Unidos y México.
Israel Reyes cree en México, viene periódicamente y actualmente colabora en distintas causas sociales como en la Red Global de Mexicanos en el extranjero y en el Politécnico Nacional. Muestra total apertura en apoyar a jóvenes y compartir su experiencia de vida y conocimientos. Cree en el capital humano y en la economía del conocimiento, además corre y nada con la satisfacción de haber salido adelante y seguir soñando. Donde había pocas posibilidades, vio retos. Donde vio los retos supo ser optimista y perseverante. Ahora es agradecido con su país.
México necesita muchas cosas para salir adelante, pero sobre todo Reyes, personas como Israel Reyes. Animémonos en ver a nuestro país como uno de retos y no como uno de tragedias y lamentaciones. ¿Te animas a ser como Israel? o bien ¿como él profesor que le dio la oportunidad de estudiar en la Universidad de Colorado? o ¿La tía que siempre creyó en él?
Reflexiones de salida:
Global: La escalada verbal entre Estados Unidos y Corea del Norte no para. O Estados Unidos muestra su capacidad, cordura y responsabilidad global, negociando en el nivel que convenga, o China con quien Corea tiene el 90% de sus acuerdos comerciales, asume un papel más activo y establece sanciones, o vamos hacia escenarios riesgosos como el de la intervención militar o la guerra. Se han detenido a pensar ¿Qué sentirán los 162,000 habitantes de Guam en estos momentos?
Nacional: Dos de los principales factores que han influido en la derrota electoral de los partidos políticos en los procesos presidenciales de los últimos años, son la división interna y los tiempos en la designación de sus candidatos. Sin embargo, pareciera que ni PRI, ni PAN, ni PRD lo tienen claro. ¿Por qué Morena según las encuestas en este momento tiene más posibilidades de ganar? En parte, por eso.
Placeres culposos:
Un libro: An Inconvenient Sequel: Truth to Power de Al Gore. Aborda el cambio climático de manera clara y práctica. Con temas como la manera en que se les debe hablar a los niños al respecto.
Una película: Baby Driver, el aprendiz del crimen. Un filme de acción fresco y entretenidísimo.
Dos discos y medio: Accept, vuelve la legendaria banda de metal alemana con “The Rise of Chaos”. Los power metaleros de Blind Guardian con su disco en vivo “Live Beyond The Spheres”. Los Holandeses de Epica y su metal sinfónico que estrenan el EP “The Solace System”.