Nueva generación de Pasión de Gavilanes espera dejar huella como sus padres

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Los protagonistas masculinos de la telenovela "Pasión de Gavilanes", (i-d) Juan Pablo Baptista, Mario Cimarro y Michel Brown, posan para Efe durante una entrevista realizada el miércoles 9 de febrero en Miami, Florida. EFE/Alicia Civita

Miami (EE.UU.), (EFE).- La segunda generación de la familia Reyes Elizondo, parte de la segunda temporada de la icónica telenovela “Pasión de Gavilanes”, está formada por un quinteto de artistas diversos, entre los que hay un ídolo de Netflix, un actor infantil y varios jóvenes que apuestan a dejar huella en la televisión de Estados Unidos a partir de este 14 de febrero.
Son las historias que contaron en entrevistas con Efe los actores colombianos Juan Manuel Restrepo, Sebastián Osorio y Jerónimo Cantillo, el mexicano Bernardo Flores y la cubana Yare Santana, quienes encarnan a los descendientes de los matrimonios de los hermanos Reyes y las hermanas Elizondo, cuyas historias de amor convirtieron a “Pasión de Gavilanes” en un éxito internacional desde 2004, hasta la fecha.
“Tengo noción de ´Pasión de Gavilanes´ desde que tengo memoria y estoy seguro de que en algún lugar del mundo alguien siempre está viendo un capítulo, así sea por YouTube”, dijo Restrepo, quien se convirtió en un ídolo de Netflix gracias a su papel de Erick, “el Pez Koi”, hijo de los Charlie Cruz y Yeimi Osorio, los protagonistas de la “La reina del flow”, la telenovela cuyas dos temporadas han estado entre las 10 más vistas de Netflix en los últimos meses.
“Hacer de León Reyes ha sido una gran oportunidad de trabajar con algunos de los actores que me inspiraron a seguir este camino”, indicó el artista de 24 años. Su personaje y el mellizo Erick (Osorio) y su hermano mayor Juan David (Flores), son hijos de Norma y Juan Reyes, la pareja interpretada por Mario Cimarro y Danna García.
Ambos actores, al igual que sus compañeros Nastasha Klauss, Paola Rey, Michel Brown y Juan Pablo Baptista, el resto de los protagonistas de la primera entrega, participan en la producción que se graba en Colombia.

EL ÁRBOL GENEALÓGICO DE GAVILANES
Flores contó que su personaje de Juan David “es todo lo opuesto a su papá Juan Reyes y heredó el temperamento tranquilo y dulce de su mamá y esa tensión le pone mucho drama a la historia”.
Aunque el actor mexicano ha trabajado en la televisión desde niño – su primera telenovela fue “La que no podía amar” en 2011-, “Pasión de Gavilanes 2 ha sido como trabajar en cine”, expresó.
La única mujer entre los primos Reyes Elizondo y la “protegida” de todos es Gaby, interpretada por Santana. La actriz cubana reveló que “las historias de los primos ilustran los desafíos que viven los adolescentes y los jóvenes adultos hoy en día. Es parte de lo que hace de Pasión un proyecto multigeneracional”. Gaby y Andrés Reyes Elizondo son los hijos de Franco Reyes (Brown) y Sara Elizondo (Klauss).
En el guión original, Sara era una madre soltera, ante la imposibilidad de Brown de participar en el proyecto por problemas de agenda. Eventualmente, la situación cambió y el personaje de Franco fue incorporado en la trama.
“Eso le dio una dimensión más profunda a las historias de toda la familia y un mayor espacio en la historia a Andrés y a Gaby, que con su madre tienen que manejar el regreso inesperado de su padre. Los guionistas explicaron la ausencia de Brown en la primera parte de la telenovela colocando a Franco “injustamente” en la cárcel.

CABALLOS Y GAVILANES
El elenco de “Pasión de Gavilanes 2” es multinacional. En la segunda generación de personajes hay actores cubanos, mexicanos y colombianos, los actores mayores expanden el crisol de nacionalidades con Baptista que es venezolano y Brown que es argentino. Cimarro es cubano también y las actrices son todas colombianas.
Quizá por eso, “nos han pedido que hagamos acentos colombianos”, indicó Santana, a quien le queda muy poco del hablar de los cubanos en la voz. El resto de los actores afirmaron que el tono general del castellano que se habla en la telenovela es “neutro”.
Los jóvenes actores también coincidieron en asegurar que la participación de los padres e hijos es bastante “equitativa” ante la pantalla. “La producción se siente como un proyecto coral, más que una historia de una pareja que es acompañada por el resto de los personajes”, reveló Osorio.
Quizá los únicos que se roban el show son los caballos. Entre risas y llenos de anécdotas de accidentes que incluyeron una nariz rota, dolores de cuerpo constantes y sustos casi “traumáticos”, los actores indicaron que estos animales “tienen una presencia constante en la historia”.
Flores fue el único que no logró superar el “respeto” a los animales equinos. “Yo fui el único que no tuve meses para entrenar con ellos y soy el que pasó más tiempo arriba de un caballo”, indicó. No está seguro de no haber quedado ”marcado de por vida”.
Pero tanto él como sus compañeros saben que todos quedarán marcados por “el honor” de ser parte de la “leyenda” de “Pasión de Gavilanes”, una de las telenovelas más populares del mundo, y esperan poder recibir “al menos un poquito del inmenso amor que el público tiene por los protagonistas de la primera parte”.

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