México (Notimex).- La cantidad de personas obesas en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se incrementó tres por ciento desde 2010, lo que significa que actualmente hay 50 millones de personas más con esta enfermedad.
La problemática afecta a 34 de los 36 países que la integran, donde más de la mitad de la población tiene sobrepeso y una de cada cuatro personas es obesa. De continuar esta tendencia, el escenario para las próximas tres décadas será devastador: 92 millones de muertes por obesidad y esperanza de vida disminuida en tres años.
Así lo reveló el informe “La pesada carga de la obesidad 2019”, en el que la OCDE sostiene que “los problemas de salud relacionados con el ensanchamiento de las cinturas están provocando un aumento del absentismo laboral, con la consiguiente reducción de la productividad”.
La disminución del rendimiento escolar en la etapa infantil, el incremento del riesgo de desempleo y la reducción de la esperanza de vida en las personas adultas serían también consecuencias de la pandemia de obesidad, apuntó el organismo internacional.
Destacó que la infancia “en particular está pagando un alto precio por la obesidad”, el cual se refleja en su rendimiento escolar, a través de malas notas y ausentismo. Además de reducir sus posibilidades de concluir la educación superior, la obesidad en niñas y niños los hace sentirse menos satisfechos con la vida y ser hasta tres veces más propensos a sufrir acoso, aseveró la OCDE.
Respecto de las personas adultas, expuso que tener enfermedades crónicas asociadas a la obesidad disminuye ocho por ciento sus posibilidades de ser empleadas y también las hace menos productivas en su desempeño laboral.
Aunque prácticamente todos los países de la OCDE tienen un plan de acción nacional contra la obesidad con medidas específicas para la infancia, es necesario reforzar la respuesta, valoró el organismo encabezado por el mexicano Ángel Gurría.
Entre las medidas recomendadas para lograr mayor impacto y coherencia en la lucha contra la epidemia de la obesidad destacan el etiquetado de la comida y del menú, la regulación de la publicidad de alimentos poco saludables para infantes y la promoción del ejercicio.
La OCDE informó que su estudio “La pesada carga de la obesidad 2019” probó que “cada dólar gastado en la prevención de la obesidad genera un beneficio económico seis veces mayor” y que la reducción de 20 por ciento del contenido calórico de alimentos con alto contenido energético, como papas fritas y productos de confitería, evitaría más de un millón de enfermedades crónicas al año en el mundo.