• Logró consolidar Pueblo Tires gracias a su buen servicio
McAllen.- Uno de los mejores recursos que posee el Valle de Texas es la dedicación de muchos de los empresarios que, pese a las adversidades propias de emprender o mantener un negocio, logran superarlas y mejoran las condiciones de su empresa.
Uno de esos emprendedores es Rickie Ivey, propietario de Pueblo Tires, quien recibió a este medio informativo para dialogar sobre su trayectoria, que le ha permitido convertirse en un próspero empresario.
La plática se desarrolló en uno de los centros de atención al público de “Pueblo Tires” ubicado en el centro de esta ciudad y la conversación permitió conocer a un hombre que no solamente piensa y se motiva con ganancias económicas, sino que tiene profundas convicciones religiosas y un ejemplar deseo de servir a la comunidad.
El diálogo tuvo lugar en su oficina, que, al igual que el resto del interior del edificio, se encuentra adornada con una serie de trabajos de manualidades y artesanales que, nos confía el entrevistado, son creación o selección de su esposa, en quien encuentra una gran solidaridad no sólo familiar, sino de la empresa que les permite vivir y recibir satisfacciones.
La empresa que maneja es un legado familiar. Su padre es el fundador y fue el responsable del manejo gerencial de 1972 a 1986 para ceder la responsabilidad a Rickie Ivey.
Actualmente cuenta con 13 locales en cinco condados donde se atiende al público, no solamente en la renovación de o cambio de llantas sino toda una gama de servicios automotrices que, afirma, permiten proporcionar a sus clientes y darle mantenimiento a sus vehículos en la forma más fácil. Así, el personal debidamente capacitado ofrece inspecciones y otros servicios como revisiones mecánicas, afinaciones y cambios de aceite.
ESFUERZO CONJUNTO
Rickie destaca durante la charla el aprecio que guarda por sus empleados. Son 130 familias que reciben los beneficios de esta empresa gracias a que alguno de sus miembros trabaja en este negocio, nos dice. Nos enteramos que no es extraño que brinde ayuda a alguno de los trabajadores que atraviesa por situaciones difíciles, desde enfermedad hasta la pérdida de alguno de sus seres queridos.
TIEMPOS DIFICILES
Aunque actualmente es propietario de una próspera empresa nos revela que ha pasado por momentos difíciles.
Narra que los años de 1989 a 1991 fueron muy difíciles para su negocio. “No había gerente, no había un manual de normas y procedimientos”.
La adversidad empresarial de la etapa mencionada le dio como saldo una enorme pérdida económica dejándolo sólo con cinco de sus tiendas en el año 1993. “Perdí un millón de pesos en un año”, nos dice.
APRENDER DE LOS GOLPES
Pero la adversidad, lejos de abatirlo, lo obligó a buscar formas de superación que le permitieron no solamente recuperar el dinamismo de su empresa, sino que logró recuperar e incrementar el número de sus empresas y, asimismo, les imprimió un sentido profesional y la implementación de medidas que permitieron que su personal de atención a clientes, así como el gerencial, fueran más eficientes. “Hay que dar servicio al cliente, dejarlo satisfecho y cumplir con el servicio que te piden”, nos dice quien está al frente de Pueblo Tires.
Con ayuda de su familia, nos confía, empezaron a crecer de nuevo sus empresas.
La decoración con un especial toque artesanal son obra de su esposa, Ana, como él la menciona. “Ella se encarga de todo y hace las decoraciones”
VOLVER A CRECER
“Empezamos a entrenar, a sostener reuniones con los gerentes y a redistribuir los ingresos. Asimismo recibimos la asesoría de Tire Dealers de Texas, una organización que impulsa este tipo de negocios y — dice orgulloso- de la cual fui presidente de 1996 a 1997”.
NEGOCIO YA ENCAMINADO
El entrevistado asegura que ”el negocio puede seguir sin mí; hay tres personas en particular que están encargadas de todo; si ocurre algo ellas pueden decidir”, nos dice, lo que revela que está próxima la fecha en que habrá de reducir su incesante actividad y delegar en manos expertas la marcha de su empresa.
EL SECRETO DEL EXITO
Fe en Dios es el secreto del éxito, nos contesta a pregunta expresa este hombre que es ampliamente conocido por sus apariciones en medios televisivos haciendo estudiadas gesticulaciones.
No pudimos dejar de preguntarle cuáles son las prioridades de su vida y fue enfático: “Primeramente Dios; segundo, la familia y tercero, la comunidad”.
Palabras de alguien que ha logrado sobreponerse a la adversidad de sus empresas y recuperar la prosperidad con un gran valor agregado y enorme satisfacción. (José Luis B Garza)