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Thursday, April 25, 2024
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Trump: Ficción o realidad (Segunda parte)

 

El precio de desentenderse de la política
es el ser gobernado por los peores hombres.
Platón

INTRODUCCIÓN A LA SEGUNDA PARTE
Este artículo en dos partes presenta una recolección de pensamientos sobre Trump y el partido republicano irremisiblemente ligados. Sostiene la tesis que esta coyuntura política crea una de las más grandes crisis políticas en la historia de la nación, al mismo tiempo que expone a un partido demócrata dividido y vulnerable. El riesgo lleva la mayor importancia y amenaza en convertirse en un drama con trágicas consecuencias.
En la primera parte de este artículo presentamos cómo muchos piensan de Trump como si fuera un monstruo en ambos sentidos, una maravilla de valentía, osadía y audacia por haber retado al sistema y haber roto con los clichés convencionales que usaban los políticos, logrando con esto no sólo su sorprendente elección, sino haber secuestrado al partido republicano a niveles que es casi imposible para sus candidatos ganar sin el apoyo que él o sus ideas le brindan. Explicamos cómo su influencia sigue viva, fuerte y es de facto el candidato republicano para recuperar su liderazgo presidencial en esta nación ligando sus posibilidades a cómo Trump fue el detonador de resentimientos reprimidos durante décadas contra los inmigrantes y las ideas de diversidad e igualdad que habían prevalecido en los Estados Unidos.

LA CONSPIRACIÓN QUE INSPIRÓ TRUMP
Existe una especie de conspiración para que no se pierda a los Estados Unidos que sale en las películas; se presenta en la historia en donde los blancos son los dominadores y amablemente conceden la emigración por razones económicas.
De cada 10 ciudadanos naturalizados 6 se hacen demócratas o votan por candidatos de ese partido, dos son independientes, y dos republicanos. Esas realidades hacen que los republicanos, en su afán de mantener su declinable status, pongan como absoluta prioridad no apoyar a agendas migratorias, no apoyar a inmigrantes, oponerse a naturalizaciones, y recurrir a los oprobiosos “gerrymandering” amorfas manipulaciones de distritos electorales para favorecer a ciertos partidos excluyendo o poniendo en otros distritos a los votantes minoritarios; a aprobar leyes contra facilitar los votos, pidiendo doble identidad para votar por ejemplo, y otros auténticos chanchullos. Todo esto fue inspirado por Trump que abrió la caja de pandora del racismo y dio estímulo a las supremacías blancas.

EL LADO OSCURO DE TRUMP
A las mentiras cotidianas de Trump se suman muchas otras banderas rojas. Al Sr. Trump lo han acusado muchas mujeres de variadas faltas, al menos formalmente 19 mujeres lo han hecho con creíbles evidencias de acoso sexual. Cada una de las acusaciones las ha negado Trump a través de sus abogados.
Se supone que Trump ha estado involucrado en miles de casos de demandas legales; sólo durante su presidencia hubo 135 acusaciones. Al iniciar su 4º año de gobierno, más del 90% de su personal más importante había sido despedido o habían renunciado. En cientos de posiciones en el gobierno de alto nivel que eran fundamentales para el funcionamiento del mismo Trump, no nominó a nadie. Muchos dirán que eso es sólo una estrategia válida para utilizar. Esto es algo que es poco creíble de aceptar.
En los aspectos judiciales, ayudado del líder del senado, Mitch McConnell, nombró decenas de jueces de corte conservador, muchos de los cuales carecían de los requisitos más elementales. Las agrupaciones de jueces rompieron su silencio y desacostumbradamente a lo que son sus posiciones de no meterse en la política, protestaron, pero de nada valió.
Un comité del congreso se ha creado para investigar los vergonzosos acontecimientos del 6 de enero, la toma del capitolio. Este comité, que ha tenido el rechazo de los republicanos, ha solicitado las agendas, grabaciones telefónicas, y de cámaras de los últimos días de la administración trumpista en la Casa Blanca. Para variar, un grupo de abogados representando a Donald Trump, se opone alegando privilegios ejecutivos y otros argumentos baladíes. Es obvio que la estrategia es apelar a cortes judiciales hasta llegar a alguna, quizá la suprema, cuyo perfil conservador favorezca a Trump. Los viejos trucos que ha usado toda la vida, mientras que sus mentiras se repiten y se repiten.
Durante su candidatura, grupos de psiquiatras, rompiendo su norma de no hacer públicas opiniones profesionales, advirtieron sobre el peligro de la personalidad narcisista de Trump.
La comunidad de emigrantes nunca había tenido una peor época. La administración de Trump y su agresión verbal contra los inmigrantes se quedó corta con respecto a la realidad. Con ayuda de los funcionarios y administradores más ultraderechistas redujo cuotas de inmigrantes provenientes de Latinoamérica, endureció políticas en contra de los indocumentados, amplió el poder de la patrulla fronteriza para decidir vía exprés los atrapados en la frontera; presionó a los jueces de migración para que no aceptaran casos de refugiados; aumentó los centros de detención; se violaron derechos humanos elementales en el trato que recibieron; se realizaron operaciones sin consentimiento en mujeres; y algo verdaderamente atroz, separaron a cientos de padres de sus hijos. Es fecha que no se encuentran los padres ni parientes de más de 100 niños.

TRUMP EL DETONADOR DE UNA DE LAS MAYORES TRAGEDIAS DE ESTA NACIÓN
En estos días el congresista-diputado Adam Schiff publicó su libro Media Noche en Washington D.C: De Cómo Casi Perdemos Nuestra Democracia, y Todavía Podría Suceder. El libro es un recuento de ese fatídico 6 de enero en que se vivieron insólitos y aciagos momentos de desesperación cuando las turbas incitadas por Trump tomaron el Capitolio, que trajo heridos, y fatalidades en esa profanación al gobierno del país más poderoso del orbe. Sin embargo, la recolección de hechos le da oportunidad a Adam Schiff, uno de los más inteligentes y capaces abogados congresistas que hayan existido, de hacer reflexiones sobre la administración de Trump, sus seguidores y el partido republicano. El aludido autor que tuvo una función destacada durante el juicio político contra Trump (impeachment), hace valiosas observaciones de cómo esta nación está en un grave peligro de perder la ruta democrática que lo ha distinguido en el mundo por el fanatismo, el racismo, la polarización, el decaimiento de las instituciones y la falta de visión para sobreponerse a lo trivial y apuntar a visiones superiores de gobierno y valores de servicio.

LA GUERRA CIVIL AMERICANA Y LOS CONTEXTOS ACTUALES
La guerra civil americana fue una tragedia mayor en esta nación que recurrió a la violencia porque no hubo negociación o reconciliación posible entre dos mundos encontrados. Se trató de la más violenta y atroz de las guerras en las que había participado el pueblo americano. Han pasado más de siglo y medio de esa conflagración y ciertamente vivimos un mundo radicalmente diferente al de aquella época. El desarrollo de la ciencia, los avances tecnológicos, el legado democrático y la misma geopolítica mundial nos hacen sentir que es otra nación en la que ahora vivimos, pero las condiciones polarizadas, el radicalismo, negarse a negociar, el racismo abierto o disfrazado, la negación de los principios fundamentales que inspiró la constitución la ignorancia de la historia misma y el desgaste de las instituciones, hacen que los contextos tengan espeluznantes semejanzas entre el 1860 en que ganó Lincoln y el 2024 en que puede volver a ganar Trump.

TRUMP NO ES EL PROBLEMA
No se trata de vilificar a Trump, el objetivo es descubrir el origen del fanatismo de sus seguidores, al mismo tiempo que veamos cómo se conecta ese fanatismo base de los electores de Trump con un partido republicano incapaz de reinventarse ante una nueva realidad demográfica, económica y geopolítica.
En realidad, Trump es sólo un detonador de pasiones que habían sido reducidas o controladas con políticas de gobiernos que creían en la libertad y la igualdad. Los gobiernos de los Estados Unidos legislaron la visión superior de su constitución, “Nosotros, el pueblo de los Estados Unidos, con el fin de formar una unión más perfecta, establecer la Justicia, asegurar la tranquilidad doméstica…” Posteriormente, la misma constitución afirma: “Sostenemos que estas verdades son evidentes, que todos los hombres son creados iguales…” Esas simples frases han inspirado legislación social y políticas que permiten el marco de referencia ante cortes y jueces siendo indudables progresos que han inspirado al mundo.
Trump mostró que esas inspiradoras frases no era lo que estaba en los corazones y los intereses de muchos. Más aún, el comportamiento anti-convencional políticamente de Trump llamó tanto la atención de esos grupos que vieron en él al liberador de sus pensamientos reprimidos por años. Ahí está el peligro. ¿Qué tanto esta nación es capaz de recuperar el rumbo constitucional, democrático y racional?
La desaparición de la nación que hemos conocido y que ha atraído a millones de inmigrantes, el estado que ha inspirado al mundo con sus prácticas democráticas y sus instituciones sólidas está fallando. Eso está en juego.

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