28.8 C
McAllen
Monday, May 5, 2025
InicioOpiniónAndres OppenheimerVoto latino: ¿Por qué cayó tanto el apoyo a Trump?

Voto latino: ¿Por qué cayó tanto el apoyo a Trump?

Andres Oppenheimer

La popularidad del presidente Donald Trump entre los votantes latinos no solo está bajando, sino que se está desplomando a un ritmo mucho más acelerado que entre la población general.

Si esta tendencia continúa, podría ser un gran problema para Trump y su Partido Republicano en las elecciones intermedias del año próximo.

Una nueva encuesta del Pew Research Center muestra que el índice de aprobación de Trump entre los hispanos ha caído de un 46% en las elecciones de noviembre a un 27% actualmente.

Otra nueva encuesta de CNN sitúa el apoyo latino a Trump en un 28%, mientras que una encuesta de YouGov/Economist lo coloca en un 32%. En comparación, las encuestas muestran que el apoyo a Trump entre la población general estadounidense oscila entre el 40% y el 44%.

Incluso en Florida, que se ha convertido en un bastión republicano en los últimos años, el 61% de los votantes hispanos, muchos de ellos cubanos y venezolanos, desaprueban al presidente, según una encuesta de UnidosUS.org.

Los hispanos de todo el país se han visto desproporcionadamente golpeados por el debilitamiento de la economía desde que Trump inició su guerra comercial. Muchos latinos trabajan en la agricultura, la construcción y otros empleos de bajos salarios. Eso hace que no puedan ahorrar mucho para hacer frente a bajones económicos.

La vicepresidenta de UnidosUS, Clarissa Martínez de Castro, me dijo que los latinos consideran la inflación, los bajos salarios, el costo de la vivienda, los gastos de salud y la inmigración, en ese orden, como sus principales preocupaciones.

Muchos hispanos votaron por Trump con la esperanza de que redujera los precios de los alimentos, y ahora están decepcionados por la falta de resultados, me señaló Martínez de Castro.

Para empeorar las cosas, muchos latinos que trabajan en restaurantes y hoteles se están viendo afectados por la caída del turismo internacional desde que Trump anunció sus aranceles.

El número de turistas canadienses, por ejemplo, ha caído en picado, porque muchos canadienses están furiosos no solo por los aranceles de Trump, sino también por sus declaraciones proponiendo convertir a Canadá en “el estado número 51 de Estados Unidos”.

Además, por lo que veo en Miami, algunos cubanos, venezolanos y centroamericanos que hasta hace poco apoyaban a Trump ahora están indignados por sus deportaciones indiscriminadas. Muchos de ellos aplaudieron en su momento las promesas de Trump de deportar a delincuentes e incluso a indocumentados, pero nunca creyeron que deportaría a personas que estaban legalmente en el país.

Ahora, muchos hispanos con ciudadanía estadounidense tienen familiares o conocidos que estaban con residencia temporal o solicitando asilo político, y el gobierno de Trump les ha enviado órdenes de deportación. Otros no encuentran empleados para sus pequeños negocios, o niñeras para sus hijos, o cuidadores para sus padres ancianos.

Además, casi a diario aparecen nuevos titulares sobre deportaciones de inmigrantes que, a diferencia de Trump, nunca fueron condenados por ningún delito pero han sido deportados a Cuba, Venezuela o El Salvador.

Heidy Sánchez, por ejemplo, una madre de 44 años de Tampa, casada con un ciudadano estadounidense, fue separada de su hija de un año y deportada a Cuba el 24 de abril.

“Es una situación bastante triste, y diría que innecesaria”, me dijo el arzobispo de Miami, Thomas Wenski. “La gran mayoría de los inmigrantes son buenas personas, que están aquí solo para ganarse la vida y contribuir al bienestar del país”.

Además de todo, Trump ha afirmado que los inmigrantes “están envenenando la sangre de nuestro país”, y recientemente renombró el Golfo de México como “Golfo de América”, y declaró su intención de que Estados Unidos retome el control del Canal de Panamá.

El encuestador demócrata Fernand Amandi me dijo que será muy difícil que Trump pueda reconquistar a los votantes latinos que está perdiendo.

“Tendría que revertir todo lo que constituye la base de su identidad, lo que daría lugar a una rebelión de su base política”, me dijo Amandi. “Es poco probable que haga eso”.

Estoy de acuerdo. Si los demócratas se concentran en la economía y no cometen su error de 2024 de abrazar una agenda progresista “ woke”, es probable que muchos latinos le digan “adiós” a los republicanos en 2026.

ARTICULOS RELACIONADOS

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here

ARTICULOS RECIENTES