Nuevos datos muestran que 485,700 jóvenes en Texas tienen obesidad 

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La Fundación Robert Wood Johnson recomienda cambios de política para ayudar a todos los niños a crecer saludables

Princeton, N.J.,  —  En Texas 485,700 jóvenes entre 10 y 17 años tienen obesidad, según los datos más recientes recién  publicados. La tasa de obesidad en Texas para este grupo de edad, 15.5 por ciento, se ha mantenido estable en los últimos años. Texas está dentro de los veinte estados con tasas de obesidad más altas, ocupando el puesto número 19. A nivel nacional, 4,8 millones, o 15.3 por ciento de jóvenes entre 10 y 17 años tienen obesidad. Los datos provienen de la Encuesta Nacional de Salud Infantil (NSCH, por sus siglas en inglés) de 2017 y 2018, junto con el análisis realizado por la Oficina de Salud Materna e Infantil de la Administración de Recursos y Servicios de Salud.

Los datos están incluidos en Estado de Obesidad: Ayudando a Niños a Crecer Saludables, un nuevo informe de la Fundación Robert Wood Johnson (RWJF, por sus siglas en inglés). Este informe incluye las tasas de obesidad más recientes entre jóvenes de 10 a 17 años a nivel nacional y estatal, destaca las políticas que pueden ayudar a combatir la epidemia, y presenta historias sobre comunidades locales que están tomando acción. El informe completo, que incluye videos y datos interactivos, se puede encontrar en www.stateofchildhoodobesity.org.

“Estos nuevos datos muestran que este desafío afecta las vidas de demasiados niños en este país, y que los jóvenes negros e hispanos permanecen en mayor riesgo que sus pares blancos y asiáticos,” dijo Richard Besser, MD, presidente y CEO de RWJF. “La Fundación Robert Wood Johnson se compromete a reducir las tasas de obesidad juvenil en todo el país. Sabemos que no será fácil ni rápido. Sabemos que requerirá cambios en las políticas en todos los niveles del gobierno, y estamos trabajando junto con otros para implementar cambios que ayudaran a niños y familias ser saludables.” Durante la última década, RWJF ha dedicado más de $ 1 mil millones para ayudar a todos los niños a crecer con un peso saludable.

•El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) debe rescindir los cambios propuestos al Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés), o cupones de alimentos, que causarían la pérdida de beneficios para millones de participantes. Casi un tercio de niños de 4 años o menos participan en SNAP en un mes determinado.

•USDA debe mantener los estándares de nutrición para las comidas escolares que estaban en efecto antes de diciembre de 2018, y los estándares de nutrición actuales para las meriendas escolares.

•A medida que USDA actualice el paquete de alimentos para WIC, el Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Bebés y Niños, todas las recomendaciones deben tener una base científica.

•Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) deben tener recursos adecuados para darle subvenciones a los 50 estados para implementar campañas multisectoriales para ayudar a combatir la obesidad.

•Los legisladores estatales deberían permitir que ciudades y condados regulen, impongan impuestos, o promulguen legislación firme relacionada con la salud de niños y comunidades.

Las nuevas tasas de obesidad del NSCH publicadasa, también refuerzan que persisten disparidades geográficas, raciales, étnicas, y socioeconómicas.

•La tasa de obesidad nacional para jóvenes de 10 a 17 años en 2017-18 fue del 15.3 por ciento, en comparación con el 16.1 por ciento en 2016. La diferencia no es estadísticamente significativa.

•Persisten disparidades raciales y étnicas. Los jóvenes negros e hispanos tienen tasas de obesidad (22.2 por ciento y 19.0 por ciento, respectivamente), que son significativamente más altas que los jóvenes blancos, 11.8 por ciento, o los jóvenes asiáticos, 7.3 por ciento.

•En Texas la tasa de obesidad entre jóvenes hispanos fue del 16.7 por ciento a comparación con jóvenes blancos cuya tasa fue del 9.8 por ciento.

•También hay disparidades por nivel de ingresos: el 21.9 por ciento de los jóvenes en hogares con ingresos por debajo del nivel federal de pobreza tienen obesidad, significativamente más que el 9.4 por ciento de los jóvenes en hogares cuyos ingresos son por lo menos 400 por ciento del nivel federal de pobreza.

•Mississippi tuvo la tasa de obesidad juvenil más alta en general, 25.4 por ciento, y Utah tuvo la más baja, 8.7 por ciento.

•Tres estados tienen tasas de obesidad estadísticamente significativamente más altas que la tasa nacional en 2017-18: Mississippi (25.4 por ciento), Virginia del Oeste (20.9 por ciento), y Kentucky (20.8 por ciento).

•Seis estados tienen tasas de obesidad estadísticamente significativamente más bajas que la tasa nacional en 2017-18: Utah (8.7 por ciento), Minnesota (9.4 por ciento), Alaska (9.9 por ciento), Colorado (10.7 por ciento), Montana (10.8 por ciento), y Washington (11.0 por ciento).

•Ningún estado vio cambios estadísticamente significativos en sus tasas generales de obesidad entre 2016 y 2017-18, sin embargo, se necesitan datos adicionales antes de poder medir de manera confiable las tendencias a largo plazo.

“Estas diferencias por raza, etnicidad, y geografía no ocurrieron por casualidad,” dijo Besser. “Son el resultado de políticas y sistemas discriminatorios que han existido durante décadas. Sin embargo, tenemos el poder de cambiar estos resultados y hacer de nuestra nación una sociedad más equitativa. Cuanto más comprendamos las barreras para la buena salud, más podemos hacer para cambiarlas.”

La obesidad puede poner a los jóvenes en mayor riesgo de varias otras enfermedades, incluyendo la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, y ciertos tipos de cáncer. La investigación también muestra la importancia de los esfuerzos de prevención de obesidad en las primeras etapas de la vida: un estudio encontró que niños de cinco años con sobrepeso tenían cuatro veces más probabilidades de tener obesidad que los niños con peso saludable a los 14 años.