Romero Hicks y el Chupacabras

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José Luis B Garza
José Luis B Garza

Por José Luis B. Garza

Como parte de los últimos actos de la deteriorada candidatura de Josefina Vázquez Mota a gobernadora del estado de México, la cada día menos posicionada aspirante a suceder en el cargo a Eruviel Avila se tomó la foto con —así los publicitaron— candidatos presidenciales del Partido Acción Nacional (PAN): El presidente del partido, Ricardo Anaya, la ex candidata transconyugal, como la han llamado por ser esposa del ex presidente Felipe Calderón, y el señor de la tierra del huachicol, Rafael Moreno Valle.

Si la idea era presentar a quienes en este momento aspiran a ser candidatos a la presidencia por ese partido, les faltó uno que acaba de aceptar que ingresa a la lista de aspirantes, el senador Carlos Romero Hicks.

El también ex gobernador del estado de Guanajuato ha sido ya claro en expresar que sí pretende ser candidato a presidente por el PAN en el 2018.

Podría parecerles a algunos que ya está muy avanzada la contienda para determinar la candidatura, pero precisamente porque esa contienda ha mostrado aspectos negativos de la personalidad y trayectoria de los ya conocidos, no debería de dejar de tomarse en cuenta a un prospecto que tiene en su haber méritos para buscar un lugar dentro del panel de competidores. Ha sido enfático al señalar que ni Margarita Zavala ni Ricardo Anaya le parecen buenos candidatos.

Si es por trayectoria, he aquí algunos datos interesantes sobre Romero Hicks que le dan un perfil que no le pide nada a los ya desbocados pretendientes presidenciales panistas.

Ha sido rector de la Universidad de Guanajuato; durante su gestión se logró la autonomía universitaria de la institución educativa; gobernador del estado Guanajuato, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Tiene 62 años de edad.

Sus antecedentes académicos adornarían a más de uno de los que pretenden ser presidentes de México por diferentes partidos. Cuenta con una licenciatura en Relaciones Industriales con maestría en Administración de Negocios y Ciencias de la Southern Oregon University.

Hoy que está de moda descubrir los méritos y aportaciones de los migrantes, cabe mencionar que durante la gestión de Romero Hicks como gobernador, las “Casas Guanajuato” lograron un gran desarrollo en la Unión Americana; prácticamente había una por cada consulado mexicano en Estados Unidos. Tuvo un gran contacto con los guanajuatenses en el exterior.

Está casado, además, con una estadounidense originaria del estado de Wisconsin, y tanto Romero como los 10 hijos que procreó con su esposa son biculturales y bilingües.

Recientemente, durante una entrevista televisiva con motivo de su anuncio, al ya también aspirante panista se le preguntó si era miembro de la organización “El Yunque”.

De acuerdo con  la enciclopedia digital “Wikipedia” la Organización Nacional del Yunque fue fundada en 1955 en la ciudad de León, Guanajuato, aunque se cree que tuvo origen en la ciudad de Puebla de Zaragoza por Ramón Plata Moreno y Manuel Díaz Cid, “para defender a la religión católica” de sus adversarios: el comunismo, el pueblo judío y la masonería.

Díaz Cid comentó que en sus inicios, en abril de 1955, El Yunque tuvo “una visión pesimista; que uno de sus errores fue pensar que había una conspiración mundial contra el cristianismo, que pensaba que los comunistas y capitalistas, sus aparentes adversarios, estaban dominados por el mismo grupo de judíos y masones”. Mencionó además que coincide con Álvaro Delgado en que este tipo de organizaciones están obsoletas, y considera que habrán de desaparecer tras la reciente apertura del país a la democracia.

Hasta ahí la referencia a la organización.

Pero ante la pregunta de Katia D’ Artigues, que es quien hizo la entrevista aludida, Romero expresó que “esa es como la leyenda del Chupacabras, me produce mucha hilaridad. En Guanajuato me quedo con la leyenda de Las momias de Guanajuato. No tengo evidencia al respecto, dijo sobre la existencia de la organización.

En fin, independientemente de las tendencias o afiliaciones personales, habrá que considerar que  el senador se inscribirá  como candidato una vez que aparezca la convocatoria de su partido.

Eso le dará mayor variedad a las opciones panistas. Algo de lo que adolecen algunos otros partidos. En Morena, ni para que pensar en otra opción que no sea Andrés Manuel López Obrador.

Lo anterior da una idea de que es posible que surjan otros candidatos no considerados hasta ahora. En el PRI podría ser así, si es que es cierto que Luis Videgaray tiene guardada en un cajón su aspiración presidencial. Los aspirantes priístas, de no haber más, llegarán a las pre-campañas muy deteriorados.

Sin duda los resultados de la elección en varios estados del próximo domingo nos pueden dar, además de sorpresas, nuevos jugadores en la palestra política nacional. Ya falta menos.