Álex Palou gana a placer el novedoso ‘Reto del millón de dólares’ de la IndyCar

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Fotografía cedida por IndyCar donde aparece el Dallara Honda número 10 del piloto español Álex Palou durante su participación este sábado en la segunda pole de la carrera The Thermal Club celebrada en el desierto en California. EFE/James Black/IndyCar

Redacción Deportes (EE.UU.) (EFE).- Álex Palou (Chip Ganassi) fue el gran dominador y a la postre ganador del ‘Reto del Millón’ en Thermal, una innovación de la IndyCar en su calendario sin influencia en el campeonato pero con el mayor premio económico en juego, casi dos millones de dólares a repartir.
El primer premio que se lleva Palou es de medio millón de dólares, mientras que el segundo clasificado, Scott McLaughlin (Penske), se embolsó 350.000 y el tercero, Josef Newgarden (Penske), cobrará 250.000.
El piloto español, vigente campeón de la IndyCar, dominó de principio a fin, tanto en las mangas preliminares como en la carrera definitiva. Nadie más ocupó la primera plaza mientras Palou estuvo en la pista.
“El coche es increíble, al igual que todo el equipo. Estoy muy orgulloso y sorprendido por cómo afrontaron los rivales las primeras diez vueltas”, comentó Palou al bajar de su monoplaza.
Sobre lo que hará con el dinero, su reciente paternidad marca claramente las prioridades para el catalán: “Necesito comprar pañales, así que será en eso y en alguna fiesta con la gente del equipo”.
Digno de mención fue el papel que llevó a cabo el argentino Agustín Canapino (Juncos Hollinger), que terminó décimo clasificado, su mejor resultado desde su llegada a la IndyCar. Se embolsó con ello 23.000 dólares.
Un nuevo formato que no gustó a todos
La IndyCar estrenó este nuevo formato al más puro estilo ‘All-Star’ que distribuye en total el mayor premio económico jamás repartido en esta modalidad fuera de las 500 millas de Indianápolis, en concreto 1.756.000 dólares.
La peor de las noticias era para los pilotos eliminados o accidentados y la mayoría se mostraron enfadados con este ‘experimento’, además de los distintos equipos que saldrán de Thermal no sólo sin ganancias, sino con algunos monoplazas destrozados por los accidentes.
El sistema de competición consistió en dos carreras independientes primero, ambas a diez vueltas o veinte minutos, lo que antes sucediera. Sólo seis pilotos progresaban a la ronda final en cada una de ellas, para una última con 12 participantes a 20 vueltas con una pausa entre las diez primeras y las diez segundas.
Uno de los grandes atractivos era que el juego de neumáticos elegido por cada piloto sería con el que tendrían que afrontar la prueba al completo. Sólo en situaciones de emergencia estaba permitido visitar los boxes.
La primera de las dos mangas preliminares fue accidentada: ya en la primera vuelta tuvieron que abandonar algunos pilotos por un accidente con Romain Grosjean (Juncos Hollinger) como protagonista, quien se llevó tres coches por delante. El francés juró que Will Power (Penske) le había tocado previamente y perdió el control de su coche.
Canapino demostró su destreza al volante, amarró la quinta posición y clasificó para la carrera definitiva junto al ganador Felix Rosenqvist (Meyer Shank), Scott McLaughlin, Josef Newgarden, Christian Lundgaard (Rahal Letterman) y Colton Herta (Andretti).
La segunda manga la controló Palou a su antojo, con su compañero Armstrong (Chip Ganassi) tras él, posicionándose muy bien. Los dos Chip Ganassi volaron sobre el abrasador asfalto del desierto californiano. Fueron más de diez segundos los que les separaron del resto de pilotos durante prácticamente toda la prueba.
Pato O’Ward (McLaren) peleó hasta el último suspiro la sexta plaza, pero no pudo superar a su compañero Alexander Rossi (McLaren). El mexicano quedó eliminado.
Junto a Palou y Armstrong se clasificaron para la ronda final también Linus Lundqvist (Chip-Ganassi), Pietro Fittipaldi (Rahal Letterman) y Graham Rahal (Rahal Letterman).
Palou, intratable en la carrera definitiva
Palou se asentó en la primera posición desde la bandera verde, con McLaughlin como principal perseguidor, pero fuera de la estela del piloto español, que le mandó rápidamente a cerca de los dos segundos de distancia.
Todos los participantes optaron por una primera mitad conservadora, siguiendo una estrategia para mantener neumáticos que les permitiera correr más riesgos en las últimas diez vueltas.
Sin embargo, no hubo grandes riesgos por parte de nadie en la segunda parte de la carrera final. El único que sí lo hizo fue un Herta que salió desde la última posición y fue adelantando a todos sus rivales, utilizando una estrategia distinta, que culminó con la pasada que le hizo al Chip Ganassi de Armstrong para situarse cuarto. Cada posición doblaba el premio económico y el californiano lo tenía claro.
Palou ganó a placer, sin amenazas y demostrando que su tranquilidad y calidad son más que suficientes para la competición y, también, para este tipo de exhibiciones.

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