El ‘método Fosbury’ salta a los despachos

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El estadounidense Dick Fosbury en una foto de archivo. EFE/Mario Guzmán

Madrid, (EFE).- El estadounidense Dick Fosbury revolucionó el salto de altura a finales de los años sesenta con una técnica de salto de espaldas que implantó y que lleva su apellido. Ese no fue su único legado, ya que la ruptura que propició en el mundo del deporte también dio origen al llamado ‘método Fosbury’, un ‘cambio para ganar’ que utilizan algunas empresas para rentabilizar su modelo de negocio.
Fosbury, fallecido a los 76 años, fue el gran innovador del salto de altura. En los Juegos Olímpicos de México, el 20 de octubre de 1968, asombró al mundo entero al saltar de espaldas, al contrario que el resto de atletas, que hasta ese momento sólo lo hacía de frente con la técnica llamada rodillo ventral. El atleta estadounidense se hizo con el oro y batió el récord olímpico con 2,24 metros.
En los siguientes Juegos, los de Múnich 1972, veintiocho de los cuarenta participantes lo copiaron y siguieron su estilo de saltar hacia atrás. Ese revolucionario salto lo empezó a ensayar en la escuela secundaria pública North Medford de Oregón, antes de empezar a estudiar Ingeniería Civil.
El profesor de Ingeniería e Infraestructuras de los Transportes de la Universidad de Alicante (UA) Luis Bañón relata que antes incluso de entrar en la universidad y fruto de “una mente muy analítica”, Fosbury se fijó en los estilos del salto de altura y, sobre todo, en las limitaciones de los mismos.
“Se dio cuenta de que arqueándose de espaldas conseguía mantener el centro de gravedad bajo pero saltar más apoyado en su técnica. Con esta técnica, si bien el centro de gravedad sigue por debajo del listón, pasa más cerca de la barra que con otros saltos y, biomecánicamente, la velocidad a la que llega el cuerpo al salto y la técnica le ayudan a pasar por encima”, confiesa.
Bañón, que bromea con que Fosbury “hacía trampas” porque el centro de gravedad seguía sin superar la barra, insiste en que este estilo lo implementó a los dieciséis años, antes de estudiar en un centro universitario las leyes físicas, por lo que fue “un avanzado a su tiempo y pensó como ingeniero sin serlo aún”.
En la final en el Estadio Olímpico de México compitió el español Luis Garriga, que finalizó undécimo. En una entrevista con EFE en 2018 resumió el valor deportivo de Fosbury y lo relacionó con el mundo empresarial.
“El publicista Lluis Bassat lo ponía como ejemplo en las reuniones de grupo para explicar el éxito de una compañía frente a la competencia. Imaginar, decía, que una empresa saca un producto a la calle y que es capaz de acabar con la competencia, eso es lo que hizo Fosbury. Además, su nuevo estilo nos obligó a todos, atletas y entrenadores, a tener que aprender la lección y la nueva técnica”, dijo Garriga.
Ese concepto metafórico del salto de Fosbury con las leyes del mercado son las que subrayan desde Navactiva, el portal para las empresas de Navarra.
“Aplicando dichos conceptos al área de la producción, administración y dirección de empresas, esto implica que es menester adoptar las nuevas técnicas si se quiere mantener a la empresa en competencia. Ya no basta con perfeccionar los viejos métodos”, destacan.
En ActioGlobal, agencia dedicada a la transformación Agile, citan a Dick Fosbury como el referente que decidió “romper las reglas y hacer las cosas de otra manera confiando en que sería mejor que la existente hasta ese momento”.
“En las empresas hay gente como Dick esperando su oportunidad para cambiar las cosas y plantear nuevas opciones sobre lo ya existente para conseguir hacer lo mismo con menos esfuerzo (mayor productividad), mejor calidad o en menor tiempo. No siempre son los mejores en términos de productividad o de gestión pero sí con la creatividad y ganas de cambiar cosas que pueden dar pie a que otras personas o un equipo genere nuevas ideas y las pongan en práctica”, señalan.
El Tecnológico de Monterrey (TEC), centro universitario que centra su rama de trabajo en la educación, la investigación y la filantropía, lleva aplicando varios años como reclamo el ejemplo de Fosbury en sus métodos de enseñanza.
Un ejemplo es el anuncio que realizó el TEC en sus redes sociales el 27 de diciembre de 2021. “Dick Fosbury buscó innovar la manera más práctica para el salto de altura que realizó en 1968. Planteando con creatividad, nuevas opciones para el futuro. ¿Quieres saber cómo aplicar su método en la productividad de tu empresa con el Tecnológico de Monterrey? Aprende en nuestro centro como el método Fosbury Flop puede darle éxito a tu negocio”.
La gran aportación de Fosbury fue la innovación, pensar fuera de los parámetros habituales. Muchas de las empresas que lideran diversos sectores actuales deben su éxito a ese pensamiento “out of the box” de cambiar la forma de ver su actividad: Netflix, cuyos fundadores modificaron su negocio desde el alquiler de DVD a través del correo postal al streaming; Alibaba, cuyo fundador, junto con varios colaboradores, creó un marketplace para unir empresas chinas y extranjeras y acabó siendo un gigante del e-commerce mundial; Aribnb, que cambió la manera de viajar en base a la economía colaborativa o Facebook y Whatsapp que surgieron de la propuesta de repensar la forma de comunicarse. Todas ellas, puede decirse que, de forma consciente o no, aportaron a su negocio un salto, un Fosbury Flop.
David Ramiro

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