Covid a la baja
Se esperaba este invierno una epidemia de gripe, COVID y afecciones respiratorias. Todos teníamos un merecido nivel de angustia, pero principalmente las autoridades médicas en hospitales se encontraban en alerta. No fue el caso. No hubo tal epidemia.
La combinación de ciudadanos vacunados, el alto porcentaje de la población que tuvo las vacunas de refuerzo, combinado con la inmunidad de rebaño que se adquirió por la enorme cantidad que se contaminaron con el virus y finalmente las conductas de precaución de muchos, como evitar multitudes, usar máscaras y evitar o reducir reuniones en espacios cerrados, logró que se tratara de una de las más grandes gratas y benditas sorpresas del fin del 2022 y principios del 2023.
Los lectores no deben confundir la reducción de muertes y las camas disponibles en hospitales con las muchas personas que tuvieron condiciones que se trataron en casa sin tocar los hospitales y por ende se redujeron las defunciones por o relacionadas con COVID, gripa o las afecciones conocidas como RSV por sus siglas en inglés (Respiratory Syncytal Virus). Muchos de los que fueron afectados es posible y hasta probable que hayan tenido días aciagos, pero como no hay récords de eso sólo nos guiamos por visitas a doctores, hospitalizaciones y defunciones.
Muchos fueron al doctor, pero no hubo necesidad de ir a un hospital o clínica a internarse. Consideran los especialistas que los que fueron afectados fue producto de una nueva subvariedad de ómicron llamado XBB.1.5. Cálculos médicos consideran que casi una tercera parte de los casos fueron responsabilidad de esta nueva versión ya que el COVID se sigue reinventando, buscando confundir al sistema inmunológico.
Otra buena noticia es que existen ya medicinas que probadamente ayudan a los pacientes infectados a luchar contra el COVID, como el Paxlovid. También son buenas noticias que los protocolos de atención médica se han hecho más conocidos por los especialistas y cada día nuevos datos enriquecen y perfeccionan la mejor forma de cuidar a un paciente contaminado.
Sin embargo, no todas son buenas noticias. Los seres humanos de la tercera edad, mayores de 65 años y aquellos con alguna afección mayor, diabetes, en tratamientos de cáncer, fallas renales y otros componen el 90% de las defunciones de este invierno relacionadas a estas tres condiciones: gripe o influenza, COVID, o RSV. También son malas noticias que dos o las tres condiciones es posible que afecten al mismo tiempo o una después de otra en períodos cortos.
Es justo decir que el COVID pasa a formar parte de la colección de virus que constantemente acechará a la humanidad, sobre todo en los inviernos. Las vacunas serán rutinas anuales para ayudar a nuestros sistemas inmunológicos a combatirlo. Estas estarán siempre mejorándose para atacar a las nuevas subvariedades que surjan. El COVID va a la baja. La guerra no ha sido ganada pero muchas batallas nos favorecen.