México, (EFE).- Aficionados mexicanos del Atlético de Madrid y del Borussia Dortmund compartieron la fiebre, el pan y la cerveza por el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa en el que los rojiblancos se impusieron por 2-1.
“En el Atleti, Luis Aragonés es Don Dios y Simeone una leyenda; es una religión que nos curte contra el sufrimiento”, afirmó Félix, mexicano por nacimiento, español por sus padres y colchonero hasta donde le da la razón, antes del partido.
La cita entre las dos aficiones acostumbradas a vivir en el umbral del sufrimiento fue en un restaurante ubicado frente a la Fuente de las Cibeles que está enclavada en el corazón de la céntrica colonia Roma de la capital mexicana.
Félix reconoció que su primer amor futbolístico fue el Cruz Azul del fútbol mexicano, un equipo acostumbrado a hacer de equilibrista entre el éxito y el fracaso, aunque regularmente se tutea con la derrota in extremis, que incluso le ha valido que la Real Academia de la Lengua tenga en su observatorio la palabra ‘cruzazulear’.
“Cruz Azul es el paralelismo perfecto con el Aleti, creo que por eso me identifiqué de manera tan fuerte”, subrayó Felix.
Empieza el parido y Rodrigo De Paul anota al minuto 4, la pelota en la red es el grito entre los seguidores colchoneros ante los lamentos de Alejandro y Saúl, dos de los hinchas del Dortmund que buscan en un trago de cerveza apagar el coraje de la desventaja.
“Escogí al Borussia porque siempre voy a la contra. Es un equipo que no veo que te haga sufrir, sino que te da esperanza, y si no consigue ganar, como la temporada pasada en que perdimos el título en la última jornada con el Bayern Múnich, sabes que siempre volverá para intentarlo”, explicó Alejandro sobre su pasión.
Manos en la cara, brazos cruzados, gestos adustos. Seguidores de ambos equipos saben la angustia que se viene en el cierre del partido, incluso con el 2-0 de Samuel Lino antes del descanso.
“No importa, este partido lo perdemos 3-0 o lo llevamos a Dortmund 2-1 y entonces vaya que van a sufrir”, advirtió Saúl.
Francisco Javier ‘Pachi’, es alpinista, precursor de esta Peña del Atlético, y cada cumbre que ha conquistado como el Pico de Orizaba o el Iztaccíhuatl, en México; el Mont Blanc, en Europa; o el Aconcagua en Argentina, la ha coronado con una bandera rojiblanca que tiene el escudo del Atlético en el centro.
“Incluso he grabado comerciales para el equipo en el que aparezco en las cimas con la bandera y el eslogan ‘Mi Aleti en lo más alto'”, compartió ‘Pachi’, quien gritó los goles impulsado por el espíritu de Futre, apellido que porta en su playera.
Sébastien Haller hace el 2-1 a nueve del final para el Dortmund, es parte del guion de vida de los aficionados de ambos equipos. Tragar graba para ganar, empatar o perder.
“No podemos ganar los partidos sin volvernos locos”, concluyó ‘Pichi’.
“Lo dije, era 3-0 o 2-1, y en la vuelta remontamos con las uñas”, advirtió Alejandro.
El juego se cierra con un apretón de manos y con una posible cita para el próximo 16 de abril, en un restaurante del sur de la ciudad, como sede local de la afición mexicana del Borussia Dortmund para el partido de vuelta en el que la fiebre vuelvan a reunir a estos hinchas con el abrazo del sufrimiento.
