Infartos cerebrales silenciosos causa de demencia y derrames totales

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Toronto, (Notimex).- Gustavo Saposnik, neurólogo canadiense en el Hospital St Micheal de Toronto, indicó que los “derrames silenciosos” que no se detectan, plantean preocupaciones sobre la demencia y los derrames totales.
“Imagínese que uno va a ver a su médico de familia o a un neurólogo por un dolor de cabeza u otra razón, le piden una tomografía o una resonancia y ahí se encuentra que hay un pequeño infarto cerebral o una micro hemorragia, es un hallazgo que se define como derrame cerebral silencioso”, destacó Radio Canadá Internacional.
Según indica Saposnik, hay diferentes tipos de derrames cerebrales silenciosos; uno se da cuando hay una pequeña arteria que se queda con menos sangre. Es un infarto pequeño.
Un segundo caso es cuando hay una rarefacción de la substancia blanca peri ventricular. El cerebro tiene dos cavidades que son los ventrículos y alrededor de ellos se puede empezar a formar la aterosclerosis, pequeños infartos que pueden ser confluentes (varios puntos que se pueden juntar).
La tercera forma es la de una pequeña micro hemorragia.
Agregó que los accidentes cerebrovasculares silenciosos son comunes a medida que la gente envejece y que alrededor del siete por ciento de las personas en sus 50 años tienen derrames silenciosos, cifra que se eleva a alrededor del 15 por ciento para los de más de 70 años. Y entre las personas mayores de 80 años, alrededor de un cuarto han sido afectadas sin saberlo.
El tener un infarto cerebral silencioso predispone a tener uno con síntomas y también a tener un deterioro cognitivo. La persistencia a lo largo de los años de factores de riesgo no controlados, como la hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto y fumar tiene un impacto en el cerebro en las distintas pequeñas arterias que conlleva a consecuencias clínicas, que son sintomáticas, que nosotros llamamos deterioro cognitivo o su progresión a una demencia de origen vascular.
El doctor Saposnik indicó que por ello es importante llevar un control de los factores de riesgo que son prevenibles y controlables.
Señaló que aquí juegan un papel importante los médicos de familia, que deben optimizar los tratamientos en forma sistemática para evitar las consecuencias de la falta de control de estos factores de riesgo.
Aunque pueden no causar ningún impedimento funcional, los derrames silenciosos son preocupantes, ya que aumentan el riesgo de sufrir un derrame completo en el futuro y a una parálisis total o parcial en un lado del cuerpo, déficit de habla y déficits cognitivos.