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Friday, April 19, 2024
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La Micropolítica:  La Ciencia del Futuro

 

  La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo.

Nelson Mandela

Enseñar la micropolítica es el acto de mayor 

nobleza y de mayor riesgo para un maestro.

Alfredo Cuéllar

MI FRACASO COMO PROFESOR

Por muchos años mi vida en aulas universitarias tenía algunos aciertos, pero invariablemente me encontraba con alumnos que me confrontaban diciéndome que lo que les enseñaba era relegado ante escenarios “políticos”.  Un buen ejemplo era cuando me decían, “¿de qué sirve que aprendamos los procesos más efectivos para contratar a las persona más idóneas y capaces, si de pronto los jefes nos imponen a un recomendado?”  Otro ejemplo sería: “Profe, muy bien que nos haya enseñado a evaluar cómo se debe evaluar a una secretaria, pero si ésta es la amante del director de nada sirve, le pondrán la más alta calificación a su evaluación.

Ante estos cuestionamientos primero ponía distancia diciendo que yo no era político y que eso “era político,” por tanto no me interesaba.  Después les hablaba a mis alumnos de que las cosas cambiarían hacia lo más profesional, lo más justo, lo correcto según la gente y las organizaciones se hicieran más profesionales.  A mí me correspondía enseñarles la forma correcta de hacer las cosas. 

NOCHES DE DESVELO

En las noches seguía pensando en qué tan correctas habían sido mis respuestas a las preguntas de mis alumnos o simplemente si había huido de los cuestionamientos que me habían hecho.  Mi trabajo era preparar a líderes educativos (directores de escuela).  ¿Era correcto enseñarles las técnicas de cómo supervisar a profesores, cómo atender a padres de familia, lo que se debía hacer ante emergencias, cómo manejar las finanzas de la escuela, cómo lidiar con los asuntos legales?  Les enseñaba a maximizar la seguridad y los aprendizajes de los alumnos para que fueran verdaderos profesionales de la educación. No obstante, seguía ignorando el lado político que mis alumnos constantemente traían a colación y otra vez el gran dilema con frecuencia me desvelaba. 

LO POLÍTICO

Inevitablemente el contacto con mis alumnos, mis investigaciones, mi presencia frecuente en las escuelas y reuniones en ambientes educativos me fueron acorralando para entender que “lo político” se filtraba en escuelas y organizaciones como el agua se filtra en techos agujerados. 

POLÍTICOS… LOS MALOS DE LA PELÍCULA

Mi atención se concentró entonces en la política y los políticos, ¿qué eran? ¿cómo actuaban? ¿por qué eran tan poderosos?  Por años pensé que, si política y políticos eran “los malos,” o sea los villanos que estaban en contra de hacer las cosas bien, la solución era educarlos.  Busqué con afán ofrecerles cursos, talleres y seminarios, les presenté resultados de encuestas que mostraban la malísima opinión que había de los políticos, pero también fracasé, ellos terminaron educándome a mí.  

ACADEMIA Y POLÍTICA SON DOS POLOS OPUESTOS

Fue así como concluí que la academia y la política eran como dos polos opuestos casi imposibles de reconciliar.  La academia busca descubrir verdades científicas y enseñarlas, la política busca mantener poder, casi siempre diciendo mentiras, o verdades a medias.  Claro que las verdades científicas las usará o ignorará el político según el hacerlo le permita llevar agua para su molino.  Lo peor era darme cuenta cómo resultaba más fácil que un académico se hiciera político, y no conocía ni conozco a un político que se haya hecho científico. Ante estos paradigmas vivía atormentado.  

LA MICROPOLÍTICA ES UN PUENTE ENTRE LO ACADÉMICO Y LO POL´TITICO

No se si soñé o concluí por cansancio que la solución imperfecta para este divorcio era establecer un puente entre la política y la ciencia y ésta se llamaría “micropolítica,” el ejercicio del poder en las organizaciones. 

SURGE LA MICROPOLÍTICA

Fue así como hace aproximadamente 35 años enseñé el primer taller de “micropolítica.”  Siempre le agregaba a la palabra micropolítica: el ejercicio del poder, porque la gente nunca había oído hablar de este concepto y con el agregado se daban una idea de lo que se trataba.

¿ES INMORAL LA MICROPOLÍTICA?

Mis primeros alumnos se escandalizaban diciendo que les enseñaba cosas “inmorales” porque la micropolítica enseña lo que no es ilegal, por ejemplo, cambiar en el último momento el lugar donde será una reunión para que sólo los que te apoyaran fueran a la reunión, un recurso trillado entre las prácticas de los sindicatos. O bien manipular en una reunión para que quien la dirija sea un aliado, otro recurso muy utilizado entre los que saben de juntas. Esa acusación me sumió en otra temporada de desvelos.  Me llevó otro buen número de años entender que las armas existen, y los asesinos no son las armas, sino quienes las usan.  Regresé jubiloso a decir a mis alumnos, la micropolítica no es inmoral, lo es quien la utiliza y por la razón que lo haga. Terminaba diciéndole a mis alumnos que, si a ellos les parecía indebido recurrir a esas tácticas que no las usaran, pero al menos estuvieran atentos que no las usaran contra ellos, contra sus ideales, y propósitos.

EL PODER DE SEDUCCIÓN Y EL PODER DE LA HUMILDAD

Todo cambia.  La gente es más educada, las ciencias políticas se han desarrollado mucho, y nuevas especialidades han surgido. De igual forma, las redes sociales dan buena cuenta de muchas cosas que antes eran desconocidas.  También, la micropolítica ha cambiado creando un cuerpo sólido de conocimientos.  

Varias teorías se han incorporado para darle fundamento, por ejemplo: la selección natural, la de identidad social y la teoría de acción racional. De igual manera sus pilares básicos son: la pentadimensionalidad (una palabra elegante para referirse a las cinco dimensiones de las organizaciones).  Pero quizá la esencia de la micropolítica es el estudio de las fuentes del poder, que por cierto la micropolítica ha agregado algunas que no son parte de las fuentes de poder tradicional como el poder de seducción, el poder de la humildad, y el poder político.  Adicionalmente, en los cursos más recientes de micropolítica se incluye un capítulo entero sobre la ética y la micropolítica.

SE CONSOLIDA LA MICROPOLÍTICA

Cada vez aumentan los alumnos interesados en este fascinante tema y es raro que alguien se refiera al lado inmoral de la micropolítica.  La mayor sorpresa fue cuando tuve la oportunidad de conducir un excelente curso con estudiantes muy bien capacitados en el tema, se trataba nada más y nada menos que el staff del Senado de la República.  Quedé fascinado de cómo el curso y las necesidades de los alumnos fueron como dos piezas de un rompecabezas que embona a la perfección en tiempo y forma.  Hicieron estos alumnos de ambos géneros valiosas aportaciones que me permitieron avanzar los contenidos del curso de manera significativa.  

EN LA ACTUALIDAD

Recientemente, y gracias al Instituto Anglo-Español de Durango, el curso se ofrece regularmente, siempre con cupo lleno. 

En la actualidad la mayoría de los alumnos interesados en el tema, son directores y personal directivo de institutos tecnológicos, universidades tecnológicas y universidades politécnicas, se trata de profesionales de gran nivel conectados con los temas que constantemente les provocan preguntas inteligentes.  Discípulos como esos, nos hacen aprender y avanzar en este fascinante tema, que sin duda se convertirá en una de las más importantes ciencias en futuro, será el camino para que los seres humanos conozcan y sean diestros en el uso del poder. 

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