*Se ubica entre los padecimientos tropicales desatendidos
Por Carlos Trejo Serrano
México, Notimex).- La enfermedad de Chagas sigue siendo un problema recurrente, pues es una de las principales causas para desarrollar insuficiencia cardíaca y conducir hasta la muerte a quienes la padecen.
La enfermedad fue descubierta hace 110 años por el médico brasileño Carlos Chagas, quien observó, documentó y reportó la transmisión de esta infección al humano por parte del triatómino conocido como “chinche besucona”, que transmite el parásito Trypanosoma cruzi.
Desde entonces está incluida en la lista de los padecimientos tropicales desatendidos y, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), México reporta al menos un millón de personas infectadas y 30 millones más en riesgo de contraerla.
Pero ese número de casos sigue incierto porque aún se carece de estadísticas concretas para confirmarlos, lamentó Marissa González, especialista en la materia, quien explicó que los síntomas de la enfermedad de Chagas son también imperceptibles y poco específicos.
Ello ocurre en su fase aguda, cuando más parásitos circulan por la sangre, y representan uno de los mayores obstáculos para una atención pronta para los pacientes, apuntó en entrevista con Notimex.
Y lo más grave sucede en la fase crónica, cuando su lenta evolución de años lleva a los pacientes a desarrollar diversos trastornos cardíacos, alteraciones digestivas, neurológicas o mixtas, lo que puede derivar en una muerte súbita debido a arritmias cardíacas o insuficiencia cardíaca progresiva.
“La insuficiencia cardíaca en una persona, al desconocer su enfermedad, puede llegar a tener un desenlace fatal, sin tener previamente una sintomatología”, argumentó la científica.
Esos daños han colocado a la enfermedad de Chagas como una de las razones de hospitalización en personas mayores de 65 años y a ubicarse entre las 10 causas de muerte y discapacidad en el mundo.
Los pacientes con insuficiencia cardíaca relacionada con la enfermedad suelen ser más jóvenes en comparación con quienes presentan cardiopatías por otras causas y, por desgracia, los primeros son quienes tienden a tener una peor calidad de vida, mayores tasas de incapacidad, hospitalización y mortalidad.
Ya que no existe una vacuna para la enfermedad de Chagas, la prevención, la información y el control integrado de vectores (chinche besucona) son los mecanismos más eficaces para evitar adquirirla.
Refirió que la chinche besucona tiende a proliferar donde más se le permita, sobre todo en zonas de pobreza, y de ahí la importancia de incluir un control químico con insecticidas en domicilios infestados, mejora de las casas y sus alrededores para prevenir la infestación del vector.
También, recomendó recibir información y educar a la comunidad sobre el tema, además del uso de fármacos específicos en la fase aguda.
Debido a ello, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Novartis México unieron esfuerzos para prevenir y buscar un diagnóstico oportuno de ese padecimiento, a través del impulso de diversas actividades.