Montjuïc se pasa al ‘look’ azulgrana

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El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, acompañado por el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni (d), presentaron el acuerdo entre ambas instituciones para que el FC Barcelona juegue temporalmente en el estadio Olímpico Luís companys la temporada 2023-2024. EFE/Enric Fontcuberta

Barcelona,(EFE).- En su casi centenaria historia, el Estadio Olímpico Lluís Companys de Montjuïc ha sido escenario de todo tipo de eventos. El culmen fueron los Juegos Olímpicos de Barcelona’92. Pero en su interior miles de almas han vibrado con la música de Madonna, Michael Jackson o Coldplay e incluso han celebrado los goles del RCD Espanyol. Desde hace unas semanas el recinto luce un ‘look’ insólito en el que predomina el azulgrana. Será la casa provisional del Barça hasta noviembre de 2024 mientras la entidad remodela el Spotify Camp Nou.
El cambio de estilo del estadio, inaugurado en 1929 con motivo de la Exposición Internacional, no le ha salido gratis a la entidad presidida por Joan Laporta. Concretamente, el nuevo inquilino del Lluís Companys ha desembolsado 20 millones de euros para renovar el recinto y adecuar la movilidad en los días de partido. Además, pagará 4 millones de euros para alquilar su nueva casa.
Una de las novedades más vistosas al entrar al estadio son las dos grandes lonas con el escudo del Barça que recubren la zona posterior a las porterías, tapando parte de la pista de atletismo.
La instalación de estos lienzos recuerdan a los que la UEFA situó en la final de la Liga de Campeones del año 2015 que el Barcelona disputó ante el Juventus en el también legendario Estadio Olímpico de Berlín.
Pero algunos de los espacios que han experimentado una mayor transformación son las salas de hospitalidad, el palco, las gradas de prensa, los vestuarios y el terreno de juego, cuyo césped ha sido replantado por completo.
Asimismo, se ha renovado el sistema de drenaje, riego y tratamiento del agua, así como todos los sistemas de iluminación deportiva, de las redes de telecomunicaciones y de retransmisión televisiva que exigen tanto LaLiga como la UEFA para disputar la Liga de Campeones.
También se han sustituido las butacas de las gradas y de las zonas VIP y los sistemas de competición deportiva VAR, cámaras de ‘tracking’, cámaras de fuera de juego, y el montaje de los banquillos y porterías. Además, se han implantado las casetas de taquillas, mercadotecnia y la Oficina de Atención al Barcelonista.

CASI LLENAR MONTJUÏC, UN RETO
El traslado a Montjuïc repercutirá negativamente en las arcas del club. Según los cálculos de la junta directiva, el Barcelona dejará de ingresar 55 millones de euros hasta noviembre de 2024, cuando regresará al nuevo Spotify Camp Nou, aún con un 70% del aforo y con la cúpula del estadio pendiente de construir.
De las 54.367 localidades que tiene el Olímpico el Barça solo puede comercializar 49.472, pues el resto son de visibilidad nula o muy reducida. Así, el aforo en el Lluís Companys es menos de la mitad del Camp Nou, que el curso pasado registró una asistencia media de 83.497 espectadores por partido.
Será una etapa diferente. Xavi Hernández lo sabe y, quizá por ello, hizo un llamamiento a la afición para que llene el Lluís Companys. “Tenemos la misma ilusión que la temporada pasada. Pero esta temporada no será fácil, será atípica: cambiamos de casa”, dijo el técnico en la presentación de la última edición del Trofeo Joan Gamper.
39.603 aficionados acudieron al Barcelona-Cádiz, de la segunda jornada de liga, el único partido oficial disputado hasta la fecha en Montjuïc, una cifra que superó las 35.224 gargantas que celebraron los goles en el Gamper.
El Barcelona, que tiene 83.500 abonados, había reservado inicialmente 27.385 localidades de las 49.472 disponibles en Montjuïc para sus abonados, pero finalmente algo más de 17.000 socios reservaron plaza para el Estadio Olímpico.
Por ello, el club ha apostado por activar promociones con todo tipo de reclamos para llenar el recinto. “Ven a conocer los Nuevos Fichajes Joao Félix y Joao Cancelo”, reza una promoción en la página web del Barça, que ofrece un descuento del 30% en entradas para los partidos contra el Betis, el Celta y el Sevilla.
Además, la entidad ofrece a sus socios menores de 30 años entradas a 20 y 25 euros para partidos de Liga y de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Todo ello sin olvidar a los turistas que visitan Barcelona, que ya formaban parte del ecosistema del viejo Camp Nou.

INVERSIÓN EN MOVILIDAD
No todos los esfuerzos se han centrado en darle un ‘look’ azulgrana a Montjuïc. Tanto el FC Barcelona como el Ayuntamiento de Barcelona tienen previsto invertir un total de 5.899.100 euros para facilitar la movilidad en los días de partido del primer equipo azulgrana.
De esta cantidad, el club catalán asume el 56%, mientras que el consistorio barcelonés se encarga del 44% restante. El plan refuerza el transporte público, apuesta por la movilidad sostenible y dimensiona unos servicios extraordinarios de mantenimiento y seguridad para garantizar el menor impacto posible del traslado del Barça a Montjuïc.
El dispositivo esbozado entre ambas entidades busca facilitar el acceso al estadio a pie, en transporte público o en bicicleta o patinete eléctrico y restringir al máximo el uso del vehículo privado motorizado, especialmente el coche.
Así, solo 1.500 coches pueden acceder a Montjuïc los días de partido. Y serán los que estén especialmente acreditados para el evento y aquellos conducidos por personas con movilidad reducida.
Además, se han establecido dos aparcamientos dentro del anillo olímpico para un total de 3.500 motocicletas y la llegada de unos 70 autobuses de peñas y hasta un millar de taxis.
El resto de aficionados que asistan a los encuentros del conjunto azulgrana tienen que desplazarse en transporte público (bus o metro) o dejar su coche en uno de los cuatro aparcamientos situados en el perímetro de la montaña, el más grande de ellos situado en la Fira 2, con capacidad para 3.500 plazas.
A partir de ese punto, deberán desplazarse hasta el Lluís Companys a pie, utilizando el Funicular de Montjüic o cogiendo los autobuses lanzadera, situados en la Plaza España y en el aparcamiento de la Fira 2 y que son gratuitos para los aficionados que hayan adquirido una entrada para el partido.
Hasta el momento, no se han producido grandes incidencias en los dos primeros partidos que el Barça ha disputado en Montjuïc. Pero el plan de movilidad pasará una prueba de estrés el próximo viernes 29 de septiembre, cuando el Barça-Sevilla de la octava jornada de LaLiga se disputará a la misma hora (21:00 horas) que el concierto que Joaquín Sabina ofrecerá en el Palau Sant Jordi, situado a pocos metros del templo provisional del club azulgrana.
Víctor Martí

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