25.7 C
McAllen
Sunday, May 12, 2024
InicioOpiniónAlfredo CuéllarNo son un misterio las matanzas en Estados Unidos

No son un misterio las matanzas en Estados Unidos

“Que tengan armas” es tanto una solución al asesinato masivo y la violencia armada
como ‘que tengan drogas’ es una solución a la adicción a las drogas”. –
 Da Shanne Stokes

INTRODUCCIÓN
Los Estados Unidos es el único país del mundo en donde existen más armas que ciudadanos, unas 125 armas por cada 100 ciudadanos. De todas las armas que hay en el mundo en manos de civiles los Estados Unidos tienen el 45%. En el año 2020 se batieron todos los récords por muertes por armas de fuego, casi en la misma proporción hubo suicidios que asesinatos. Morir por armas de fuego le gana a los accidentes automovilísticos fatales como la causa principal de mortalidad entre jóvenes de 1 a 19 años. Desproporcionadamente los afroamericanos de 15 a 34 años tienen 10 veces más posibilidades que los blancos de morir por armas de fuego. En promedio 11 latinos mueren por armas de fuego diariamente, principalmente porque viven en o muy cerca de los barrios escenarios de matanzas.
Pero cuando de pronto hay matanzas como las recientes de California, de 11 asesinados en Monterrey Park, y 7 más, menos de 48 horas después en Half Moon Bay, la gente presenta los hechos como un misterio. Particularmente llama la atención que los asesinos, en la mayor parte de los casos, no conocían a sus víctimas, al menos no las conocían bien. Dicho de otra manera, fue una casualidad tétrica. No entienden por qué alguien se encona con víctimas inocentes que ni siquiera conocían. Sin embargo, estamos equivocados, rotundamente. Los hechos tienen lógica, aunque ésta sea macabra.

EL PROYECTO VIOLENCIA
En los Estados Unidos existen un par de investigadores, Jillian Peterson, profesora de criminología en la Universidad de Hamline en Saint Paul y James Densley, profesor de derecho penal en la vecina Metro State University, en Mineápolis. Juntos dirigen este singular estudio llamado El Proyecto Violencia (o sobre la violencia armada). Desde hace casi medio siglo han estudiado estos eventos de matanzas masivas. Sus informes datan desde 1966 a la fecha. Utilizando registros públicos, noticias, pero, sobre todo entrevistas con amigos, colegas, trabajadores sociales y maestros que conocían a los tiradores, han creado un recurso que contiene información detallada sobre los asesinos, los tipos de armas que usaron, sus víctimas y la configuración. Este trabajo ayuda a los investigadores a determinar los patrones sobre los perpetradores y pronto, si siguen leyendo, verán que no es nada misterioso.

RESULTADOS DEL ESTUDIO PROYECTO VIOLENCIA
Los resultados de haber estudiado 150 matanzas son tan sorprendentes como valiosos para develar lo que muchos consideran un misterio.
Los datos muestran en los agresores un patrón de angustia, desesperación y aislamiento, que los autores del estudio argumentan: “está relacionado con la mayor frecuencia de tiroteos masivos en este país.” Muchos de los tiradores hablaron de suicidarse antes de las matanzas; el aislamiento en que vivían era evidente, tenían dificultades de relación a través de sus diálogos con muchos y constantemente se referían a conspiraciones o habían hecho comentarios o videos perturbadores. “Eligieron las matanzas masivas como una forma de tomar poder y atención, obligando [castigando] a otros para que presenciaran [supieran] de su dolor mientras intentaban terminar con sus vidas de una manera que sólo ellos controlaban”, escriben Peterson y Densley.

MÁS EVIDENCIAS
Aunque el párrafo anterior es una buena síntesis, algunos de los informes de su reporte científico llaman la atención porque son obvias evidencias que muchos presenciaron, vieron y sufrieron, pero fallaron de anticiparlo, no sintieron que eran responsables, o no tenían una buena relación con la policía y simplemente las dejaron pasar sólo para lamentarse después de la muerte de inocentes. He aquí algunas de las señales y evidencias:
“Habían estado acumulando armas de fuego y chalecos antibalas en su sótano [o en cuartos de su casa]”.
“Sus padres dijeron que no tenían ninguna advertencia”.
“Uno de sus únicos amigos murió de una sobredosis de heroína”.
“Sufría de dolor de espalda severo”.
“Estaba obsesionado con los tiroteos escolares”.
“Abandonó la universidad y mintió a sus padres al respecto”.
“Publicó libros que detallaban fantasías de asesinatos en masa”.
“Tenía intensos cambios de humor y problemas con el alcohol”.
“Planeaba suicidarse enfrentándose a la policía”.
“Era conocido por ser paranoico y con mal genio”.
“Él creía que se estaba desviando de su fe”.
“Publicó una serie de videos perturbadores en Facebook”.
“Se había estado aislando de sus amigos en línea”.
“Discutió en voz alta con su madre y pateó agujeros en las paredes”.
“Le dijo a su vecino que espías lo estaban siguiendo”.
“Dejó de comunicarse con su madre y su ex esposa”.
“Estaba celoso cuando su ex novia comenzó a salir con otra persona”.
“Siempre estaba enojado, volátil y violento”.
“Él creía que las mujeres conspiraban para hacerlo miserable”.

OTRAS CAUSAS
Casi todos los asesinos que se investigaron eran hombres. Mientras que estas causas siguen y siguen volviéndose redundantes son una clara visión de seres humanos sufriendo, viviendo en angustia, en soledad y dando claras evidencias que gritan la intervención de especialistas en salud mental. La conclusión de los autores es: los tiradores (asesinos) masivos viven entre nosotros. Ellos son como nosotros. Son en su mayor parte hombres, jóvenes y niños que conocemos. Y pueden detenerse antes de que lleguen a ese momento trágico. El reporte da una lista muy buena de remedios y acciones que es coincidente con otros autores que investigan el mismo tema para prevenir matanzas en lugar de lamentarse después.
Pero mientras que la ciencia y el encomiable esfuerzo de Peterson y Densley nos dan evidencias científicas, las razones que acompañan estas danzas macabras son multifactoriales. Por ejemplo: Las familias no son suficientemente enérgicas para denunciar a sus parientes y/o vecinos. La sociedad que ve con indiferencia a los seres humanos con obvias evidencias de salud mental. La policía no tiene suficientes “evidencias” para intervenir antes de que sucedan las matanzas. Los legisladores fallan en regular más rigurosamente la adquisición de armas incluyendo vetar la venta de armas a personas con antecedentes de enfermedades psicóticas, esquizofrénicas, de violencia familiar, o antecedentes penales. El elemento de inspiración de los que han pensado hacer una matanza y al leer que sucede en otra parte, es el detonador para que ellos finalmente se decidan. Los políticos que reciben financiamiento de la Asociación Nacional del Rifle que promueve la venta de armas. El materialismo reconociendo dinero y bienes materiales como la base del poder ofuscando a valores más humanos. La cultura de violencia diversa y ciertamente con armas de fuego a lo largo de la historia de los Estados Unidos y otras razones que los lectores quieran agregar, todas son válidas y tristes.

COLOFÓN
Este año 2023, al momento de escribirse este artículo, ya se superaron las muertes por armas de fuego del 2022. Seguiremos viviendo estos hechos horripilantes donde un pobre diablo decide hacerse famoso o darles cauce a sus patologías de aislamiento y zozobra, de la manera más triste, matando inocentes. Mientras penosamente llega otro de esos momentos, los que me leyeron pueden decir que no es un misterio. No lo es, hubo razones, las hay, y muchas que se advirtieron con tiempo antes de que se apriete el gatillo llenando de luto a esta nación.

ARTICULOS RELACIONADOS

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here

ARTICULOS RECIENTES