El Departamento Estatal de Servicios de Salud (DSHS) recomienda que los texanos que puedan recibir la vacuna protejan su salud y la de su familia vacunándose contra la gripe lo antes posible. Vacunarse temprano es crucial, ya que el cuerpo tarda cerca de dos semanas en producir anticuerpos contra la gripe después de haber sido vacunado.
“La gripe estacional representa una amenaza real para la salud pública de los texanos, y la vacunación sigue siendo nuestra mejor defensa contra la gripe grave”, dijo la comisionada del DSHS, Jennifer Shuford. “También se pueden tomar otras medidas para protegerse a sí mismo y a las personas cercanas, como cubrirse la boca al toser y estornudar, lavarse las manos con frecuencia y quedarse en casa si enferma”.
El DSHS recomienda que todos los texanos mayores de seis meses de edad se apliquen la vacuna de la gripe a más tardar a finales de octubre. Esto es especialmente importante para las personas que tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones graves por contraer la gripe, como los niños pequeños, los adultos mayores de 65 años, las mujeres embarazadas y las personas con padecimientos de salud crónicos como las enfermedades cardiacas y pulmonares, la diabetes y el asma. Las vacunas pueden reducir la gravedad de los síntomas de la gripe, las muertes y las hospitalizaciones.
Las personas pueden aplicarse la vacuna de la gripe y la vacuna actualizada del COVID-19 al mismo tiempo de forma segura, si es momento de aplicarse ambas.
Los virus de la gripe se propagan a través de las gotitas pequeñas que las personas con gripe emiten al hablar, estornudar o toser. Además, es posible infectarse al tocarse la boca, la nariz y quizás los ojos después de haber tocado una superficie u objeto que ha estado en contacto con el virus.
Los síntomas de la gripe pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, dolor corporal, dolor de garganta, tos, fatiga y escalofríos, y pueden durar más de una semana. Los medicamentos antivirales contra la gripe se pueden comprar con receta médica; estos tratamientos pueden hacer que la gripe sea más leve y reducir la duración de los síntomas si se administran en las primeras 48 horas a partir de la aparición de los síntomas.
Unos 36,000 estadounidenses mueren cada año por enfermedades relacionadas con la gripe, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, lo que la convierte en la séptima causa de muerte en Estados Unidos.