Trump, el populista que cimbró al sistema político de EUA

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Por José López Zamorano

Washington, (Notimex).- Contra todos los pronósticos, Donald J. Trump cimbró al sistema político de Estados Unidos y sorprendió al mundo ondeando una bandera populista y un mensaje de cambio que resonó entre millones de estadounidenses.
Trump, de 70 años, no sólo obtuvo 58 millones de votos sino que le arrebató a Hillary Clinton el Colegio Electoral con victorias en el sur tradicionalmente conservador y en el medio oeste industrial del país.
El magnate ganó 289 votos electorales frente a 218 de su contrincante demócrata Hillary Clinton.
Con el empuje de los votantes conservadores, los republicanos lograron retener el control de la Cámara de Representantes y del Senado, por lo que gozará de un mandato completo al menos durante los próximos cuatro años.
Para llegar a la Casa Blanca debió vencer a 16 políticos profesionales, superar el rechazo del liderazgo republicano, además de confrontar a los medios y de humillar a los inmigrantes, a los veteranos y a las mujeres.
Mientras Trump operó en solitario, Hillary Clinton contó con el apoyo económico y logístico de los millonarios de Wall Street, de Hollywood, de los poderosos sindicatos encabezados por la AFL-CIO, de Barack Obama, Michelle Obama, Bernie Sanders, Tim Kaine y más.
Trump obtuvo un número récord de 13.3 millones de votos en las primarias, sepultó las aspiraciones de un republicano moderado como Jeb Bush que entró en la carrera con 120 millones de dólares en la bolsa y se enemistó con el líder Paul Ryan sin perder votantes.
La plataforma de ideas de Trump confirma su estrategia de cortejar casi en exclusiva al voto anglo, con el objetivo de que un número sin precedentes de electores blancos compensara impopularidad histórica con latinos y afro americanos.
Con su ataque inicial contra los inmigrantes mexicanos, su propuesta de alzar un muro en la frontera y crear una fuerza de deportación, Trump dio voz así a quienes perciben a los inmigrantes no europeos como una amenaza a su identidad cultural y seguridad económica.
Encuestas muestran que muchos de sus partidarios fueron votantes blancos proletarizados que se sienten manipulados por las élites republicanas y demócratas de Washington o emprendedores recelosos con los centros del poder económico y cultural en el noreste y oeste del país.
Su fama pública como empresario exitoso e ícono visible de la marca Trump, hicieron que millones lo vieran como el “outsider” con la vitamina necesaria para cambiar el “estatus quo”.
Con su llamado a renegociar el Tratado de Libre Comercio (TLCAN), Trump buscó también conectar con los trabajadores del medio oeste industrial, el llamado “Rust Belt” (Cinturón de Oxido) que han perdido sus empleos manufactureros o su sentido de seguridad económica.