San Diego (CA), (EFE).- El embajador de EE.UU. en México, Ken Salazar, y funcionarios de ambos lados de la frontera se comprometieron este lunes en California a acelerar para 2023 el fin de las obras de un nuevo cruce fronterizo de peaje que busca descongestionar el tráfico de vehículos y peatones.
“El proyecto de Otay Este” o garita de Otay 2, como se le llama popularmente, “se ha esperado por generaciones”, manifestó a la prensa la vicegobernadora de California, Eleni Kounalakis, al cabo de una cumbre binacional en la que discutieron los avances de la obra.
El embajador Salazar felicitó a través de Twitter a los gobiernos y empresas que participan en la construcción, al señalar que desde su última visita que hizo en noviembre pasado las obras han progresado.
Durante el encuentro, los participantes votaron para acelerar la construcción y tener el puerto de entrada terminado para el 2023, un año antes que el proyecto original.
“Al lado de México ya hemos asegurado el 90 % por ciento de los terrenos que se necesitan”, declaró la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Olmedo.
Al respecto, Salazar se mostró complacido y dijo que no puede esperar “para que empiece la construcción”.
Olmedo subrayó que su gobierno y el federal de México están en conversaciones con los propietarios de los terrenos restantes que se necesitan para la construcción y les han ofrecido buena indemnización por sus propiedades.
Rogelio Mauricio Rivero Márquez, un funcionario de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes de México, explicó que el proyecto al lado mexicano de la frontera muestra buen avance, por lo que consideró que es posible que Otay 2 termine en 2023.
Por su parte Olmedo recordó que “es uno de los proyectos más importantes a lo largo de la frontera entre los dos países y el más importante para la frontera” de Baja California.
IMPULSO AL COMERCIO Y EL EMPLEO
Entre tanto, en el lado estadounidense, la zona necesaria para la obra es campo abierto que llega hasta el pie de las montañas de Otay.
Alejandra Mier y Terán, secretaria ejecutiva de la Cámara de Comercio de Otay Mesa, dijo a Efe estar emocionada por este proyecto.
“Va a ser un detonador de empleos y de comercio y servicios”, aseguró.
La vicegobernadora de California indicó que el proyecto al lado estadounidense rápidamente ha encontrado un ritmo similar la lado mexicano.
Recordó que antes de la pandemia cruzaban la frontera entre Tijuana (México) y San Diego (EE.UU.) un promedio anual de unos 22 millones de peatones, 31 millones de vehículos particulares y hasta 1,4 millones de camiones de carga.
Los funcionarios de ambos países se reunieron aprovechando que están por terminar las obras de la carretera que conectan la red de autopistas de California con la garita al sur del condado de San Diego.
Cuando termine, será el primer proyecto en la frontera con México que compartan vehículos de carga comercial y particulares.
Ambos tipos de vehículo usarán los carriles a discreción según la demanda. Si en un horario hay más vehículos particulares y menos camiones de carga, los primeros podrán usar carriles de los segundos, y viceversa.
El congresista demócrata de San Diego Scott Peters habló de las pérdidas económicas y sanitarias que sufre la frontera mientras esté sin abrirse la nueva garita, que dispondrá de avanzadas tecnologías.
“Las congestiones vehiculares en nuestra frontera se traducen en pérdidas similares a los ingresos que se tienen por 14 veces el juego del Súper Tazón de fútbol. Eso es mucho dinero”, enfatizó .
Recordó que, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA, en inglés), un vehículo produce típicamente 4,2 toneladas de contaminantes al año.
“En la frontera tenemos decenas de miles de vehículos que todos los días esperan en fila para cruzar, lo que deteriora la calidad de vida de los residentes de la frontera”, dijo el congresista.
Desde ahora se han mencionado algunas tarifas para los peajes, pero los precios definitivos se van a establecer cuando el proyecto esté terminado.
Un representante del Departamento del Transporte de California (CalTrans) dijo que las cuotas que se podrían cobrar, van de 5 a 20 dólares por vehículo particular, y de 25 hasta 50 dólares por de carga comercial.