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Monday, May 6, 2024
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Mikhail Sergeyevich Gorbachev

SEGUNDA PARTE
En la primera parte analizamos las injusticias históricas con Gorbachev, cómo eran los líderes soviéticos de donde emanó al poder Gorbachov, a quien se creía el futuro salvador de ese imperio, pero la cultura de falsedades, mentiras y engaños que usaba ese modelo siguió una ruta de desgaste cuya muestra fue Chernóbil. La primera parte concluye cómo su agenda reformista logró al menos seis extraordinarios logros.  En esta segunda y última parte presentamos el declive y expulsión del poder de Gorbachev.
 
NUNCA SUBESTIMES RENCORES REPRIMIDOS
En lugar de activar la economía, el resentimiento por años de brutal represión tomó cauce con censuras abiertas y ánimos de libertad.  Todavía, inteligentemente, soltó el joven líder su Glasnot (apertura), y Perestroika (transformación económica a través de la comercialización y la privatización).  Quizá entonces no se sabía tanto sobre el concepto de liderazgo como ahora, porque falló Gorbachev de ver que detrás de todos sus buenos análisis económicos y políticos, la Unión Soviética tenía una crisis de liderazgo, los líderes que hacen de la mentira una cultura; para ascender al poder se tiene que ocultar a los jefes, decirles lo que no quieren oír tarde o temprano son la estructura, se cae por las contradicciones.  En lugar de que la apertura encabezada por Gorbachev fuera vista como la puerta a un cambio positivo, provocó un renacimiento en el pensamiento comunista, abrió el camino a la crítica de todo el aparato soviético que se habían mantenido por la doctrina Brezhnev de aplastar sin piedad a los que se resistan a aceptar las órdenes de los jefes.  La burocracia frenó los cambios puesto que quienes tenían estos puestos perdían sus influencias personales y oficiales.  Súbitamente, el gran villano era el líder: Gorbachev.  El Estado perdió el control, tanto de los medios de comunicación como de la esfera pública, y los movimientos de reforma democrática, interprétense sacudirse el yugo de Moscú, ganaron fuerza en todo el bloque soviético. 
 
MUCHOS CAMBIOS PARA UNOS, POCOS CAMBIOS PARA OTROS
Eran muchos cambios muy rápidos para los conservadores y eran muy pocos y muy lentos para los radicales liberales.  La historia se escribía aceleradamente.  A la falta de control del estado en casi todo, el ejército en disidencia, una clara oposición al primer ministro.  Debemos agregar, que al desaparecer el Soviet Supremo fue sustituido por el Congreso del Pueblo donde podía participar cualquiera, aunque no fueran miembros del partido comunista. Todo apuntaba a un gran culpable: el mismo líder que había hecho posible todos esos cambios.  La burocracia se fragmentaba y perdía espacios e influencia; grupos se apoderaban de industrias amparados por la apertura que daba la Perestroika de Gorbachev.  En ese escenario caótico surge un gran villano: Boris Yeltsin.
 
EL FINAL
Boris Yeltsin, como Gorbachev, había ascendido en la política de la única manera que era posible, en el partido comunista.  A diferencia de Gorbachev, Yeltsin era un político con pocos valores, poca paciencia, muy instintivo y táctico, digamos, un mini Trump ruso de esos tiempos.   Extraordinariamente ambicioso fue Yeltsin, que en río revuelto vio su pesca mayor. 
 
GOLPE DE ESTADO CONTRA GORBACHEV
Era un día bello del 18 de agosto de 1991.  Agotado y confiado del respaldo del pueblo por sus reformas, a pesar del caos descrito, el recién nombrado presidente de la Unión Soviética se dirigió a una casa de retiro en Foros, Crimea, en Ucrania, hoy precisamente bajo el azote de la guerra por la invasión rusa.
En esa casa Mikhail recibió una comisión encabezada por el director de la KGV, Vladimir Kryuchkov que le pidieron sin más preámbulos que dimitiera en favor del vicepresidente, Gennady Yanayev.  Se trataba de un golpe de estado.  Recientemente, las reformas del líder habían desaparecido al partido comunista y se le había nombrado a éste presidente por unanimidad.  Obviamente, había muchas desconfianzas, resentimientos de personas que habían trabajado toda su vida en un modelo y de la noche a la mañana se habían quedado sin poder. Gorbachev no cedió.  Inmediatamente fue puesto bajo arresto por agentes de la KGV, se cortaron todas las comunicaciones de la casa que habitaba y el plan de golpe siguió.
 
GOLPE DE ESTADO FRACASA
El golpe de estado no duró ni tres días.  Precisamente Yeltsin, recurrió al gran principio de la micropolítica de que nunca hay que desaprovechar una buena crisis.  Boris Yeltsin invadió el parlamento donde se habían ungido los golpistas.  Él mismo, con apoyo popular y parte del ejército que abandonó a los golpistas para sumarse al presidente demandó su regreso.  Ante este desorden los golpistas asustados se desbandaron.   Fue así como uno de los golpes de estado con mejores posibilidades de triunfar, fracasó.  Los golpistas no hicieron un buen plan, ni siquiera estaban seguros del control que tenían con el ejército, la mayoría descontentos, no se aseguraron de que fueran los descontentos los que controlaran la situación en Moscú.  Después de tres civiles muertos, todos eran antigolpistas.  Estrepitoso fracaso.
 
LA INDEPENDENCIA SILENCIOSA LLEGA A LAS NACIONES SOVIÉTICAS
Las noticias del golpe reforzaron los ímpetus de libertad de más de la mitad de las naciones que formaban la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas.  Curiosamente fue Ucrania la república líder anhelosa de cortar el yugo soviético a la que se sumaron otras naciones. Con gran temor de que hubiera otro golpe de estado que enviara al ejército ruso a sojuzgar en estilos tradicionales, las naciones que se independizaban, las naciones separatistas, apuraron sus declaraciones de independencia.  La moribunda URSS, con el apoyo de Yeltsin elevado a nivel de héroe, al ver la fragmentación se estableció como el presidente de Rusia y avaló una nueva unión de naciones, la CIS, Comunidad de Estados Independientes. 
A Gorbachev le quedaba claro que era el fin.  De haber aceptado ese estado de cosas y haberse aferrado al poder que le quedaba hubiera seguido como líder.  Después de encuentros con Yeltsin, desacuerdos y obvias diferencias, sólo le quedó renunciar.  Era demasiado honesto consigo mismo para engañarse.  Con un discurso memorable, con gran dignidad, con la frente en alto, se fue para siempre del liderazgo ruso-soviético, el día de navidad de 1991.
 
TRANSFORMADOR DEL MUNDO; UN GRAN LEGADO
Fueron tantos y tan variados los legados de este maravilloso, valiente y visionario estadista, que es difícil para la historia distinguir cuál o cuáles fueron los más valiosos. Ofrezco enseguida los cinco legados más trascendentes en opinión de muchos.
 
1)    ABOLIÓ UN SISTEMA REPRESIVO
Abolió un sistema centralizado de gobierno, represivo, que usaba la mentira como cultura regular que millones despreciaban y lo hizo sin que hubiera siquiera un grito, menos un sangriento encuentro.  Nada mal si comparamos la pérdida de vidas, destrucción material, pérdida de desarrollo y progreso que le está costando a Ucrania mantenerse sin la influencia de Rusia. Cierto que en Rusia se estableció otro tipo de sistema represivo con Putin, pero ya no se tiene que culpar a lo soviético ni al comunismo.  El actual sistema represivo en Rusia es culpa de Putin y sus oligarcas.
2)    ELIMINÓ EL RÉGIMEN MILITARISTA Y TOTALITARIO
En este mismo orden de ideas le debemos a Mikhail Sergyevich Gorbachev la eliminación de un régimen militarista, totalitario y represor equipado con uno de los arsenales más grandes del mundo de bombas atómicas y que a través de una guerra llamada “fría” se podía convertir en una guerra aniquiladora de la misma humanidad.
3)    LIBERÓ A LAS REPÚBLICAS SOVIÉTICAS SOCIALISTAS
La mayor parte de las ex-repúblicas soviéticas obtuvieron su independencia y el resto se aglutinaron bajo la influencia de Rusia en la CIS, Comunidad de Estados Independientes (por sus siglas en inglés).  Muchas de estas últimas se han arrepentido ante la intolerancia de Putin que las ha agredido si no se someten a sus líneas y decisiones.
4)    INDEPENDIZÓ A EUROPA ORIENTAL
Aunque debería ser parte del anterior legado, merece ponerse aparte la independencia de Hungría, Rumania, Polonia, Checoeslovaquia, Albania, Bulgaria y deberíamos poner en esta lista a Moldavia, Bielorrusia y Ucrania.  La más notable de todas las independencias fue la de Alemania pues fue independencia de Alemania del Este, caída del tristemente muro de Berlín y unificación de una sola Alemania.  Esta última que se logró sin un disparo y sin oposición ninguna, es suficiente para admirar a Gorbachev y tenerlo en un pedestal de la historia.
5)    LE DIO PARTICIPACIÓN A LA MUJER
Un legado que debería ser reconocido por todos, pero principalmente por los feministas es que hasta antes de Gorbachev la mujer era inexistente en la política activa de la Unión Soviética.  El politburó y las juntas de estado eran un club selecto de varones.  Mikhail, visionario líder, se dejó ver con su esposa y es justo decir que, si alguien lo influyó, apoyó y estuvo a su lado siempre fue su dinámica e influyente esposa: Raisa Gorbacheva.  Dama ejemplar.
 
COLOFÓN
Un héroe para la humanidad fuera de Rusia y un villano para muchos en Rusia que lo acusan de haber perdido uno de los imperios más notables de la historia.
La historia está en deuda con muchos rusos extraordinarios, pero Mikhail Sergyevich Gorbachev fue un ruso y ser humano que se distingue entre los grandes líderes por su valor, inteligencia, sensibilidad y respeto por la humanidad misma.
 

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